sábado, 4 de julio de 2020

EL CORONEL Y ABOGADO IQUEÑO FRANCISCO DE PAULA CABRERA


EL CORONEL Y ABOGADO IQUEÑO
FRANCISCO DE PAULA CABRERA

Fueron miles de peruanos, nacidos en Chincha, Pisco, Ica, Palpa, Nasca y otros pueblos del Perú, que viajaron hasta la ciudad de Pisco para enrolarse en las filas del Ejército Libertador, y luchar por la libertad de sus pueblos, oprimidos por trescientos años de esclavitud del imperio español.

La gran mayoría de estos bravos peruanos, fueron héroes anónimos de la Guerra de la Independencia, y de los pocos nombres conocidos, quedan apenas algunos documentos en archivos y bibliotecas públicas y privadas, del Perú y del mundo, que acrediten su existencia, su vida y obra, en pro de la causa de la Independencia Nacional.

Este artículo pretende rescatar del olvido y del abandono de algunos archivos, el valioso aporte de nuestros héroes nacionales, que empiezan a ser conocidos, redescubieros y revalorados, en tiempos de pandemia y en el año del Bicentenario de la Independencia de la Región Ica. Cabe aclarar que una investigación de carácter histórico, nunca se termina, siempre se encontrarán nuevos documentos que amplíen el conocimiento obtenido, para su difusión permanente, difusión que debe realizarse desde nuestros hogares, a nuestros hijos, las nuevas generaciones del siglo XXI.

Uno de nuestros héroes regionales y nacionales de la Independencia, es el joven abogado iqueño, Francisco de Paula Cabrera, uno de los primeros en incorporarse en Pisco a la Expedición Libertadora. Fue cadete el 27 de setiembre de 1820, porta estandarte el 1º. de febrero de 1821, alférez el 3 de agosto del mismo, siendo teniente el 22, capitán el 23 y llegando a teniente coronel en 1835.

Sirvió en los Cazadores de a caballo y en los Granaderos a caballo de los Andes, en cuyas filas concurrió a las batallas de Pasco; Torata, Junín y Ayacucho y a los dos sitios del Callao; en el segundo de estos, se invalidó por herida.- Datos tomados de la foja de servicios proporcionada por sus descendientes.

I.    FRANCISCO DE PAULA CABRERA EN EL EJÉRCITO LIBERTADOR DEL PERÚ

Desembarco de San Martín

El llamado Desembarco de San Martín marca el comienzo de una serie de episodios de la historia peruana de gran significación para la organización política que adoptaría la Sudamérica independiente.

20 de agosto de 1820, partió de ValparaísoChile, con destino al Perú, la Expedición Libertadora del Perú al mando del generalísimo José de San Martín. El jefe de gobierno chileno, Capitán General Bernardo O'Higgins, realizó grandes esfuerzos para hacer realidad esta costosa y arriesgada empresa.

El vicealmirante Thomas Cochrane condujo la flota de once naves de guerra de alto bordo y quince transportes, conduciendo casi 4000 efectivos de nacionalidad chilena, argentina y peruana adecuadamente uniformados y pertrechados. La escuadra navegó bajo bandera chilena.1
La finalidad de la expedición era desembarcar cerca de Lima, establecer una cabeza de playa segura y realizar una rápida incursión militar que aislara a la capital y permitiera enfrentar de manera disgregada al ejército realista. Un hito clave de la estrategia era tomar Lima, hasta entonces llamada Ciudad de los Reyes, y proclamar la independencia, nombrándose San Martín Protector del Perú, para desde esta posición llamar a sumarse a la causa patriota al resto del Perú.

El desembarco se produjo sin novedad en la bahía de Paracas en la mañana del 8 de septiembre.

Tomó varias horas el cuidadoso arribo a tierra de las tropas, municiones y artillería. Al momento del arribo un pelotón de caballería del virrey que custodiaba el lugar huyó hacia el norte. En la ciudad de Pisco hizo otro tanto el jefe militar español de la plaza, coronel Químper.
Mientras se realizaba el desembarco de todo el ejército, un escuadrón de caballería y una compañía de infantería con artillería ligera se adelantaron a tomar posiciones en las inmediaciones de Pisco. El Ejército Libertador, con el propio San Martín al frente, entró en la ciudad en horas de la tarde. A su paso, muchos lugareños vivaron a las tropas patriotas y hubo jóvenes, incluidos algunos esclavos, que se ofrecieron como voluntarios portando como credencial alguna de las proclamas distribuidas clandestinamente en los puertos, meses antes, por el vicealmirante Cochrane.

San Martín instaló su estado mayor en una antigua casona ubicada a menos de 50 metros de la plaza mayor. Allí trabajó y residió durante algunos días, definiendo la estrategia militar a seguir en suelo peruano y complementariamente vislumbrando lo que sería la primera bandera y el primer escudo del Perú independiente.

Allí, fueron aceptados los primeros voluntarios peruanos. José María Palomo, quien tuvo heroica actuación en el Puente Llapay, en Huaura, semanas después; Manuel Tiburcio Odriozola, letrado que llegó a ser secretario de gobierno y que libró batalla ese 4 de octubre en Nazca; Manuel Jorge Bastante, religioso que ejerció como capellán en filas; Juan José Salas, quien fuera alcalde de primer voto de Ica; Francisco de Paula Cabrera, abogado iqueño; Isidro y Baltasar Caravedo; José Florez, conspirador entonces prófugo, jefe del grupo de los “deanes” de la calle Monopinta de Lima; Juan José Loyola, quien llegó a ser general; los hermanos Lorenzo; Joaquín Bardales, Pablo Farfán, Santiago Gómez, Manuel Revilla, José Bernaola, Manuel Carrasco; Rafael y José Santos Lévano, trabajadores iqueños y José María de la Fuente Carrillo de Albornoz, marqués de San Miguel de Híjar, quien pidió un puesto en el ejército y aportó caballos y dinero.
Antes de caer la noche del 8 de septiembre, mediante una imprenta portátil perteneciente a su ejército, San Martín emitió su primera proclama desde suelo peruano, firmada:
“San Martín. Cuartel general del Ejército Libertador en Pisco. Septiembre 8 de 1820. Primer día de la libertad del Perú”
En esta proclama decía:
“Compatriotas: […]. El último virrey del Perú hace esfuerzos para prolongar su decrépita autoridad […]. El tiempo de la impostura y del engaño, de la opresión y de la fuerza está ya lejos de nosotros, y sólo existe la historia de las calamidades pasadas. Yo vengo a acabar de poner término a esa época de dolor y humillación. Este es el voto del Ejército Libertador”.
Proclama del Libertador José de San Martín#GGC11C
Bibliografía[editar]
·        Basadre Grohmann, Jorge (2005). Historia de la República del Perú. Lima: Diario La República. Octava edición ISBN 9972-205-62-2.
Véase también
·        Batalla de Ayacucho
·        Batalla de Junín
·        Conferencias de Miraflores
·        Independencia del Perú
·        Rafael Maroto #En América
Referencias]
1.       «Del desembarco a la gloria»El Peruano. 21 de noviembre de 2019. Consultado el 17 de mayo de 2020.





II.  FRANCISCO DE PAULA CABRERA EN LA EXPEDICIÓN DE LA SIERRA

Seguimos al historiador peruano Manuel C. Bonilla, en su obra “Epopeya de la Libertad” de 1921:

Antes de partir de Huanta, Arenales destacó sobre el puente de Mayoc una patrulla de doce granaderos al mando del teniente Moyano, a fin de cubrir como flanguardia, ese punto y continuar luego hacia la dirección general de la columna de marcha, a unirse a ella, como lo hizo, en Izcuchaca.

En la noche el día 11, dice el Boletín número 7, sorprendió el teniente Moyano, la partida de 13 hombres que guardaban el puente; de ellos murió el centinela, siete fueron tomados prisioneros y cinco escaparon a favor de las tinieblas (1).

Durante la marcha fue informado Arenales, próximo a Huancayo, de la retirada hacia el norte de algunos elementos realistas, provistos de artillería por lo cual hizo salir en su busca al mayor Lavalle con los granaderos, de lo cual dice el Boletín que seguimos: “El 20 a las 9 de la noche, estuvieron ya sobre la retaguardia del enemigo, que acababa de salir de Jauja precipitadamente. Los fugitivos iban subiendo una cuesta elevada y difícil cuando cargaron sobre ellos los nuestros: la posición era terrible, el fuego que hacían en retirada los contrarios, era sin interrupción. Cargó no obstante el mayor Lavalle a sable en mano, y el denuedo fue tal de parte de los voluntarios (1) y soldados que le acompañaban, que bien presto hicieron 20 prisioneros, inclusos 4 oficiales, fuera de ocho hombres que murieron en el encuentro”.

El 21 de noviembre la división alcanzó Jauja, de donde se destacó el 22 a Rojas, el actor de Changuillo, con el batallón número 2 y 50 jinetes, como vanguardia, obteniendo en unión del patriota argentino Francisco de Paula Otero, sorprender en Tarma, a los realistas y capturarles prisioneros, armas y municiones.

Y fue el día 23 cuando el resto de la división, con su jefe ingresó a la hermosa ciudad de Tarma, donde su presencia aumentó el alborozo producido por el éxito de la víspera.

En esta ciudad mientras daba reposo a sus fatigadas huestes, Arenales dictaba medidas de organización de la región, nombrando a Otero gobernador, se instruía de la situación general y particular del enemigo y a su amparo se proclamaba la independencia de esa rica y populosa sección del territorio.


(1)  BOLETÍN No. 7 DEL EJÉRCITO LIBERTADOR

Cuartel general en Huaura diciembre 14 de 1820

“Los brillantes sucesos de esta división harán siempre honor a la prudencia, actividad y valor del coronel mayor Arenales: su carrera desde el año 1810 está llena de merecimientos y honor; él es digno de la gratitud de todos los americanos, no menos que los demás jefes y oficiales y tropa que le han acompañado desde Pisco.

El honor de nuestras armas exige dar aquí algunos detalles de la campaña de la sierra, de que no hemos tenido noticia hasta que la victoria del 6 facilitó nuestras comunicaciones con el coronel mayor Arenales.

Después del ataque de Nazca y encuentro de Acarí, la división salió de Ica el 21 de octubre, y a marchas casi forzadas por entre nieve y peñazcos, llegó el 29 a Atumpampa, 10 leguas de Huamanga.

Allí tuvo noticia que el gobernador Recabaren con otros empleados habían fugado hacia el Cuzco, con todos los intereses públicos. El general Arenales dispuso que el valiente sargento mayor Lavalle se destacase con toda la caballería por la pampa de Cangallo a cortar los fugitivos, antes que llegasen al puente de Pampas. La obscuridad de la noche y una lluvia continua impidieron su llegada al puente, hasta el día siguiente: el enemigo acababa precisamente de pasarlo, habiéndolo luego inutilizado: fueron sin embargo hechos prisioneros el comandante de artillería y 4 soldados y algunos individuos más con sus equipajes: desde allí regresó el mayor Lavalle a unirse con la división, conforme a las órdenes que tenía.

“El 31 entró en Huamanga el coronel mayor Arenales y todos los habitantes acreditaron la impaciencia con que ha soportado el Perú un yugo que aborrece con todo el odio de que es capaz el corazón humano: el pueblo nombró sus magistrados, y la quietud no sufrió la menor alteración: la división continuó su marcha el 6 de Noviembre por la villa de entrar en la intendencia de Tarma. Con el objeto de asegurar el puente de Mayoc paso preciso por este camino, mandó el coronel mayor Arenales al teniente Moyano con 12 granaderos a caballo, para que anticipadamente se posesionase de él y lo defendiese a todo trance. En la noche del 11sorprendió el teniente Moyano la partida de los 13 hombres que guardaban el puente: de ellos murió el centinela, 7 fueron tomados prisioneros y 5 escaparon a favor de las tinieblas”.

“Al acercarse la división a Huancayo, tuvo noticia el coronel mayor Arenales que el enemigo con todas sus fuerzas veterana y de milicias algunas piezas de artillería y pertrechos se acababa de retirar para Tarma. A la misma hora dispuso que el mayor Lavalle con los granaderos a caballo los persiguiese en su marcha hasta alcanzarlos: es laudable el celo de 15 oficiales de distintas armas, que quisieron acompañar como voluntarios al mayor Lavalle en esta empresa. El 20 a las 9 de la noche estuvieron ya sobre la retaguardia del enemigo, que acababa de salir de Jauja precipitadamente. Los fugitivos iban subiendo una cuesta elevada y difícil cuando cargaron sobre ellos los nuestros: la posición era terrible, el fuego que hacían en retirada los contrarios, era sin interrupción. Cargó no obstante el mayor Lavalle a sable en mano, y el denuedo fue tal de parte de los voluntarios (1) y soldados que le acompañaban, que bien presto hicieron 20 prisioneros, inclusos 4 oficiales, fuera de ocho hombres que murieron en el encuentro. El 21 por la noche entró en Jauja toda la división, y el 22 salió para Tarma el teniente coronel Rojas con el batallón No. 2 y 50 caballos: el 23 recibió Tarma a sus libertadores, y a la actividad del teniente coronel Rojas se debió que el enemigo no pudiese salvar absolutamente: 6 piezas de artillería, 50,000 cartuchos a bala, un gran número de fusiles y prisioneros fueron el fruto de esta jornada: en ella hizo notables servicios el benemérito patriota D. Francisco de Paula Otero.

Libre ya la intendencia de Tarma, el coronel mayor Arenales se puso en marcha para Pasco, dejando en ella, un parque y armamento considerable para las milicias de Tarma, Jauja, Huancayo y Concepción; y por término de su constancia obtuvo aquella división la victoria del Cerro, precisamente a los dos meses de su entrada en Ica. ¡ Gloria y gratitud eterna a los que han cumplido sus deberes¡

Esta será siempre la conducta de las tropas de Chile y de los Andes, destinadas a libertar el Perú por término de una larga carrera de esforzados y continuos servicios.

(1).- Entre esos voluntarios figuraba el cadete, iqueño, Francisco de Paula Cabrera, quien fue uno de los primeros en incorporarse en Pisco a la Expedición Libertadora. Fue cadete el 27 de setiembre de 1820, porta estandarte el 1º. de febrero de 1821, alférez el 3 de agosto del mismo, siendo teniente el 22, capitán el 23 y llegando a teniente coronel en 1835.

Sirvió en los Cazadores de a caballo y en los Granaderos a caballo de los Andes, en cuyas filas concurrió a las batallas de Pasco; Torata, Junín y Ayacucho y a los dos sitios del Callao; en el segundo de estos, se invalidó por herida.- Datos tomados de la foja de servicios proporcionada por sus descendientes.


III.           PERUANOS ALISTADOS EN EL EJÉRCITO LIBERTADOR EN PISCO

La Patria surgió cuando la florida juventud iqueña, fugándose del engreimiento de sus hogares, se presentó en Pisco, al cuartel general de San Martín a ofrecer su esfuerzo y su vida por la vida del  Perú naciente, y fue tanto su valor y tal su pujanza moral, que todos llegaron a ser militares gloriosos; los Generales Juan Pablo Fernandini, mártir de la unida peruana; el General Baltazar Caravedo, Fermín del Castillo, prócer de la gloriosa Nasca; los Coroneles Francisco de Paula Cabrera, organizador del primer regimiento de caballería patriota; Antonio Elejalde, primera lanza en el combate de Junín; en fin toda una pléyade de próceres, que al lado de los Huasasquiches, Chacaltanas, Mayautes y otros tantos indígenas, llegaron a ser jefes de alta reputación en los primeros ejércitos nacionales, para fundar la Patria sobre los campos de batalla.

(1).

(1) AQUÍ NACIÓ LA PATRIA…
Conferencia cívica pronunciada el 21 de octubre de 1933 desde la Casa Municipal levantada sobre el mismo sitio histórico en que el pueblo de Ica proclamó por primera vez en el país la Independencia Política de la Nación, por el Prof. Alberto Casavilca, Comisionado Escolar de la Provincia.

Concejo Provincial de Ica: Alcalde, Dr. José Picasso Peratta
Comisionado para la conmemoración Sr. Manuel A. Borrini
LIBRERÍA E IMPRENTA NIERI
1933


La estada de San  Martín  en la región de Pisco, no sólo fue útil por lo apuntado. Además del éxito militar, político y moral, así  como del acopio e incremento  de hombres, material y ganado,  permitió a muchos y muy distinguidos peruanos satisfacer su noble anhelo de alistarse en las filas revolucionarias para convertir en hechos sus ideas de libertad.
Como un homenaje a sus méritos, estimamos tributo de admiración y gratitud patriótica, citar sus nombres: José María de la Fuente y Messia, marqués de San Miguel,  nombrado coronel y ayudante del general San Martín; Isidoro, Lorenzo y Baltasar Caravedo, Manuel Jorge Bustamante, Juan José Loyola, Francisco de Paula Cabrera, Antonio Elejalde, Melchor Valle, Manuel de Odriozola,, Joaquín Bardales, Juan de D. Arnao, Pablo Farfán, Santiago Gómez, Manuel Revilla, Rafael y José Santos Lévano. (2)

(2) .- J. Hipólito Herrera – Album de Ayacucho


Fuente:
“Epopeya de la Libertad”
Reminiscencias Históricas de la Independencia del Perú
TOMO I
Setiembre a Diciembre de 1820
Págs. 48 al 95

Autor: Manuel C. Bonilla 
Lima 1921


IV.           CONCLUSIONES:

Las escasas investigaciones y escasa difusión de artículos, libros, revistas, video documentales, conferencias virtuales, sobre el valioso aporte de los héroes nacionales en la Guerra de la Independencia del Perú y Sudamérica, han afectado en gran medida la identidad regional y nacional. El iqueño, el peruano de a pie, del siglo XXI, no se siente identificado con lo que no conoce. No ama, no respeta, no protege, no valora a su historia regional, no valora ni respeta a su pueblo, a su gente, a su Patria.

El caso de Francisco de Paula Cabrera, no termina en comprobar que existió, que combatió, que triunfó, que murió luchando por la libertad o terminó discapacitado, olvidado, ignorado. Como todos sus compañeros de armas, merece mayor atención, mayores esfuerzos de las entidades públicas y privadas. Y la mayor parte de los documentos históricos, de nuestros héroes regionales y nacionales, se encuentran en el extranjero…y se necesita dinero, para viajar, investigar y difundir. Y todo no es investigar en internet, se tiene que conocer, en vivo y en directo, los documentos y valorar a los personajes, los hechos y los escenarios históricos.

Mientras tanto, los pocos amantes de la historia, apasionados del Perú; que ejerciendo otras profesiones, dedican tiempo y sus escasos recursos, continúan entregando artículos, revistas, libros, conferencias presenciales y virtuales; con la firme convicción que su mensaje de identidad, integración, fortaleza y esperanza, contribuya a forjar valores en nuestros niños y jóvenes, para afrontar todo tipo de adversidades, incluidas las pandemias.

Ica, 4 de julio del 2020

Mg. Juan Carlos Romaní Chacón
Biblioteca Municipal “José de San Martín”
Municipalidad Provincial de Ica

ICA - PERÚ

  


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