jueves, 2 de julio de 2020

CAYETANO QUIRÓS, GUERRILLERO AFROPERUANO IQUEÑO, PRÓCER DE LA INDEPENDENCIA


CAYETANO QUIRÓS, GUERRILLERO AFROPERUANO IQUEÑO,
PRÓCER DE LA INDEPENDENCIA


En tiempos del coronavirus, atrincherados en nuestros hogares; vamos a levantar la moral de los iqueños, de los peruanos, revalorando y rescatando del olvido a nuestros próceres de la Independencia, y las hazañas heroicas que protagonizaron.

CAYETANO QUIRÓS, GUERRILLERO PATRIOTA AFROPERUANO

En 1822 y luego de que el ejército patriota al mando del general Domingo Tristán fuera derrotado en la batalla de Ica por el general José de Canterac, el guerrillero patriota Cayetano Quirós, quedó solo en la lucha en dicha región por lo que los jefes realistas Carratalá y Rodil, decidieron acabar con él de una vez por todas siendo que el 27 de abril mientras se replegaba ante el avance de Rodil, fue cortado en su retirada por las tropas de Carratalá, siendo derrotado en el combate de Paras y capturado poco después, llevado a Ica fue fusilado en la plaza La Merced el 5 de mayo de 1822.

Éste pequeño párrafo de la historia del Perú, es desconocido por muchos. Las nuevas generaciones de iqueños, de peruanos, nacidos a inicios del siglo XXI, los “milenians”; ignoran en muchos aspectos la historia del Perú y de sus regiones.

Expertos en el uso de las nuevas tecnologías de la era digital, nuestros hijos apenas conocen la historia de su Patria, de su región, de su provincia, de su distrito; y los que hemos tenido la oportunidad de hacerlo y seguimos en la ardua tarea de investigar y revalorar nuestra historia, tenemos que difundir y enseñar lo poco que conocemos, con el objetivo de construir una nueva generación con sólidos valores cívico patrióticos, con sólidos valores y principios morales, en base a una SÓLIDA IDENTIDAD, AUTOESTIMA Y LIDERAZGO.
Nadie ama lo que no conoce. Entonces enseñemos a conocer, a respetar y amar la tierra natal, a nuestros hijos.    

UN IQUEÑO SIN FECHA DE NACIMIENTO

Cayetano Quirós fue un célebre montonero afroperuano​ de la guerra de independencia, dirigió una serie de exitosas acciones sobre las fuerzas realistas en la costa y sierra central del Perú hasta ser derrotado y fusilado por el general español José Carratalá en mayo de 1822.

Nacido esclavo en Ica, fugó muy joven de la haciendo su amo y como otros negros cimarrones (esclavos sublevados) acabó por dedicarse al bandolerismo como medio de subsistencia, en esta vida se mantuvo hasta que en 1820 la expedición libertadora del general José de San Martín arribó a costas peruanas siendo que poco después Quirós se presentó en Supe ante el capitán Juan Francisco de Vidal manifestando su firme deseo de querer enrolarse en las filas patriotas.

UN EX FORAJIDO IQUEÑO SE ENROLA AL EJÉRCITO LIBERTADOR

Vidal, conociendo sus antecedentes y dudando de la conveniencia de aceptar un ex forajido este prefirió enviarle a Huaura, al cuartel del general San Martín, quien atendiendo a los ruegos del antiguo esclavo y reconociendo su potencial capacidad de dirigir una partida montonera por sus vastos conocimientos de la región y capacidad de mando, pone bajo sus órdenes a 50 voluntarios los cuales en poco tiempo llegan a sumar 200 hombres, los que apertrechados por el mismo San Martín.

Inician acciones de hostigamiento contra las fuerzas realistas de Lima y sus alrededores llegando con sus incursiones hasta Ica y en la sierra hasta CangalloJauja y Huancayo donde actúan en conjunto con los montoneros morochucos.

De la fuerza de Quirós diría el general inglés Guillermo Miller, a cuya división fue incorporado durante el primer sitio del Callao, que era "la más atrevida y la más temible de las montoneras". ​En 1822 y luego de que el ejército patriota al mando del general Domingo Tristán fuera derrotado en la batalla de Ica por el general José de Canterac, Quirós quedó solo en la lucha en dicha región por lo que los jefes realistas Carratala y Rodil decidieron acabar con él de una vez por todas siendo que el 27 de abril mientras se replegaba ante el avance de Rodil fue cortado en su retirada por las tropas de Carratala, siendo derrotado en el combate de Paras y capturado poco después, llevado a Ica fue fusilado en la plaza La Merced el 5 de mayo de 1822. ​

LOS GUERRILLEROS PATRIOTAS DEL LIBERTADOR SAN MARTÍN

Repasemos ahora, con orgullo, algunos pasajes de la portentosa obra del historiador peruano Rubén Vargas Ugarte: “Historia General del Perú” Tomo VI – Emancipación (1816 - 1825) desde la pág. 137, libro que se encuentra a disposición del público, en nuestro centro de trabajo, la Biblioteca Municipal “José de San Martín” de Ica:
 
“Desde el desembarco en Paracas muchos patriotas sentaron plaza en el ejército libertador. San Martín no solo pudo cubrir sus bajas, gran parte de ellas causadas por las fiebres palúdicas que en Huaura diezmaron a sus tropas, sino que pronto contó con un excedente en hombres bastante a formar un regimiento.

Como era natural, pensó en crear el ejército nacional del Perú, del cual debían ser auxiliares los argentinos y chilenos que habían venido a sus órdenes. Fueron los guerrilleros que desde la primea expedición de Arenales, a las órdenes de Aldao, se señalaron por sus atrevidas incursiones sobre el campo enemigo, los que sirvieron de base para el nuevo ejército.”

Que orgullosos debemos sentirnos al revisar estos datos y comprobar los mismos, con diferentes autores nacionales y extranjeros y reafirmar con plena seguridad, REGIÓN ICA, CUNA DE LA INDEPENDENCIA…!!!

Retornamos al libro de Rubén Vargas Ugarte:

“Esas partidas se multiplicaron más tarde, por haber comprendido San Martín, el importante servicio que podían prestar, cercando a Lima y cortando su comunicación con el centro y el sur.

Como lo vamos a ver, la situación verdaderamente desesperada de la capital, fue obra del bloqueo, sin duda, pero también de los guerrilleros. Estos obedecían a varios jefes, casi todos peruanos, como Francisco Vidal, el que derrotó a Ricafort y a Rodil, cuando el primero bajaba de la sierra; Cayetano Quiroz, Bruno Terreros, Ignacio Ninavilca, Gaspar Huavique, José A. Manrique, José María Palomo, Toribio Dávalos, Casimiro Navajas, Marcelino Carreño, José María Guzmán, Elguera Ayulo, y otros, a todos los cuales puso San Martín a órdenes del teniente coronel argentino Isidoro Villar.

El nombramiento de éste data del 29 de enero de 1821, y un mes más tarde era nombrado el coronel Agustín Gamarra, jefe de la división peruana. Ésta la componían un regimiento de caballería, denominado “Granaderos a Caballo del Perú”, cuyo mando se había de dar a Aldao, ascendido a teniente coronel, y un batallón de infantería, con el nombre de “Leales del Perú”. Por esa fecha Gamarra salió del cuartel general de Huaura, llevando en su compañía al teniente coronel León Febres Cordero, que sería su segundo, al teniente coronel Juan Bautista Eléspuru, y entre los oficiales a Blas Cerdeña, del Numancia.

El nombramiento de Gamarra fue un desacierto. San Martín, que no se distinguía por el conocimiento de los hombres, no supo valorizar a aquel jefe y solo pasó mientes en su rango militar y en cierto crédito que tenía Gamarra como organizador e instructor.

Arenales que lo vio actuar luego, no pudo menos de lamentarse de tenerlo a su lado en su segunda campaña a la sierra del Perú. Apenas llegando a Jauja, el temor de la aproximación del enemigo lo paraliza, e impotente para contener la deserción de sus hombres pide auxilio de tropa veterana, más adelante volveremos a ocuparnos de él”.

LA ACCIÓN DE LOS GUERRILLEROS PATRIOTAS

Continúa Rubén Vargas Ugarte:

“La acción de los guerrilleros no ha sido bien estudiada, pero todos reconocen que ella influyó poderosamente en el resultado final de la campaña libertadora. No solo facilitaron el pase de muchos guiándolos hasta el cuartel general de San Martín, sino que, siempre alertas, aprovechaban cualquier descuido de los realistas para echárseles encima y causarles bajas.

Conocida es la anécdota de Inocencio Zárate que logró sacar del fundo La Molina, buena parte de la caballada perteneciente a los realistas, pero no lo es tanto el hecho de haber bajado Vidal hasta Pedreros, en el valle de Lurigancho, donde apresó 240 caballos y mulas y cerca de 150 reses, el 23 de marzo de 1821.

En el decurso de esta historia tropezaremos más de una vez, con sus nombres, dignos de ser rescatados del olvido, pues fuera de haber servido a la Patria eficazmente, no podían hacerse ilusiones de la suerte que les correspondería en caso de caer en manos del enemigo.

Los españoles consideraban a los montoneros, nombre con que se les conoce y que ha llegado a ser clásico en nuestra historia, como tropas irregulares y a las cuales no se debían guardar las consideraciones que se merecen los prisioneros, y ahí que los fusilaran en el acto.

San Martín premió sus servicios concediéndoles algunas distinciones, por decreto del 1ero. De octubre de 1821.

Miller, que es uno de los que mejor pudo apreciar su labor, por lo mismo que fue el que más atrevidas incursiones hizo en territorio enemigo y en diversas ocasiones los tuvo bajo sus órdenes, hace de ellos un cumplido elogio y nos los describe de esta manera:

CÓMO ERAN Y CÓMO VESTÍAN LOS MONTONEROS,
GUERRILLEROS Y AUXILIARES PATRIOTAS

   “Los montoneros en el Perú como las guerrillas en la guerra de España, fueron de incalculable utilidad como auxiliares. Muchos de ellos eran hombres de alguna consideración, que habían sufrido las consecuencias de la despiadada conducta de los realistas que habían convertido en lugares desiertos los que antes eran pueblos florecientes.

Cada montonero tenía que vengar la muerte de sus padres, hijos, parientes o paisanos, inmolados por los españoles. A éstos se les habían juntado, sin duda alguna, otros sujetos de índole depravada, que nunca faltan en los tiempos de revuelta. En general, hay que reconocer que los montoneros se mostraban crueles con el enemigo, pero aun cuando servían sin paga alguna, por lo general su conducta era irreprensible con los habitantes inofensivos.

Habría que exceptuar de este número a las partidas formadas con la hez de la población de Lima, a quienes convenía más bien, el título de salteadores de caminos, pero aun estos obraban en ocasiones con una moderación que de ellos no parecía posible esperar.

Luego nos hace un retrato y los describe así:

Su apariencia exterior era grotesca. Unos montaban sobre mulas, otros a caballo; algunos llevaban gorros de piel, otros cascos, otros morriones y muchos usaban sombreros gachos de lana de vicuña. Algunos los adornaban con plumas, pero no era esto lo común.

Sus uniformes no eran menos variados: chaquetas de húsares, casacas de infantería o pellizas encarnadas, arrebatadas a los realistas muertos y todo ello mezclado con los uniformes de los soldados de la Patria.

Sus pantalones eran los unos de mamelucos, otros bombachos o bien abiertos por los lados. Algunos usaban botas, otros sandalias y no faltaban quienes llevaran los pies desnudos. En una cosa había uniformidad entre ellos. Todos llevaban poncho, cubriéndose con él como es corriente o ciñéndoselo a la cintura.

Sus armas ostentaban la misma diversidad: carabinas, fusiles, pistolas, espadas, sables, largos cuchillos, lanzas o rejones, que en sus manos se convertían en un arma terrible. A todos no les faltaba el indispensable lazo”.

Se acerca el inicio del año escolar, y hacemos votos para que las autoridades educativas y los profesores y las profesoras de nuestra región, empiecen a organizar concursos de poesía, canto, música, declamación, sobre la Independencia;  teatro y escenificaciones de algunos pasajes de la historia de la Guerra de la Independencia en la Región Ica; concursos de bailes típicos de nuestra región y de nuestro país, concursos literarios, composiciones, cuentos, ensayos, concursos y festivales de videos,  cine, corto metrajes, reportajes históricos, turísticos; diseño gráfico, afiches, revistas, libros, folletos, etc; sobre nuestros héroes regionales y acontecimientos históricos de Chincha, Pisco, Ica, Palpa, Nasca.

Hacemos votos para que las empresas privadas y entidades públicas, auspicien con grandes premios los concursos señalados, y auspicien actividades y proyectos que fortalezcan la IDENTIDAD REGIONAL.

Y esperamos que nuestros flamantes congresistas por Ica, elegidos el pasado 26 de enero del 2020, en el año del Bicentenario de la Independencia de la Región Ica; apoyen, impulsen y hagan realidad nuestras modestas sugerencias, desde el Congreso de la República…en caso contrario, la Región Ica seguirá siendo marginada y avasallada, por congresistas audaces y atrevidos, de otras regiones de nuestra Patria, que a través de gestiones y otras tácticas y triquiñuelas, que son de conocimiento público; le arrancan miles de millones de soles al Tesoro Nacional, para invertirlos en educación e infraestructura para sus pueblos...porque conocen la historia de sus regiones y aman a su tierra, y  luchan por su gente…

GESTA HEROICA DE MARÍA PARADO DE BELLIDO Y CAYETANO QUIROZ
PRÓCERES DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ

El prócer doctor Francisco Javier Mariátegui, da a conocer los antecedentes nada honorables de Quiroz, complicado, sino autor, en actos de depredación.  “El juicio fue seguido y tramitado; pero Quiroz logró salir de la prisión, fugado, Borrás, un cómico de Buenos Aires,  lo presentó a don Julián Morales y a mí (Mariátegui) como el mejor guía que podía llevar a los pasados (los del Numancia) al cuartel general de San Martín. Aprovechamos de sus servicios y nos sirvió perfectamente. Entregó las comunicaciones que de acuerdo con él se le recomendaba a San Martín, pero sin ocultarle sus antecedentes, Quiroz contó su vida al general, le ofreció una enmienda completa, lo que cumplió y le pidió armas para cien guerrilleros. Obtuvo la mitad de este número,  y con tan pocos a los dos meses consiguió tener doscientos hombres armados y montados…”

El 12 de marzo de 1821, Quiroz, al frente de sus guerrilleros derrotó un destacamento realista, en San Gerónimo, en cuyas inmediaciones habían cometido estragos los españoles. El 1ro. de Mayo apareció Quiroz en Canta, con sus guerrilleros. En Quillapata tuvo un combate con las fuerzas realistas, que duró dos días. Los españoles se abrieron paso , quedando en poder de los guerrilleros una compañía íntegra del batallón “Imperial Alejandro”, con su capitán Juan Garrido. El general Ricafort, jefe de la división, cayó herido. “La entrada en Lima del brigadier Ricafort, en una camilla, causó mucha sensación a sus habitantes, no acostumbrados a este género de espectáculos” (García Camba).

A la foja de servicios de Quiroz se sumaba la victoria de Quillapata. Rodil enviado por el Virrey, para proteger la división de Ricafort, fue también derrotado, en Huampaní, por el invencible guerrillero iqueño Quiroz.

Veamos también a Quiroz en otro escenario. El general Domingo Tristán, encargado por San Martín de la ocupación de Ica, al mando de una división, fue derrotado en Macacona en abril de 1822, por las fuerzas realistas. Los guerrilleros que merodeaban y coadyuvan a los patriotas, se retiraron a Huamanga. Quiroz jefe de aquellos, estableció su cuartel general en Quicamachay. El general Carratalá derrotó en enero de dicho año, en las alturas de Pomacocha, a los guerrilleros reforzados por ochocientos morochucos.

Como las correrías de Quiroz tienen relación íntima con el sacrificio de María de Bellido, conviene conocer los datos que al respecto nos ha dejado don Dionisio Miranda, biznieto de la heroína ayacuchana, y los historiadores, que sobre este particular se han ocupado.

“Hacia el año de 1822 – dice Miranda – existía en esta plaza (Huamanga) una fuerte división del ejército español, bajo las órdenes del general José Carratalá. Así mismo, en el distrito de Paras, provincia de Cangallo, se hallaba a la sazón una pequeña fuerza patriota al mando de un jefe apellidado Quiroz, quien tenía en calidad de presos de honor, al presbítero don Patricio Lazón, al cura Jaime y al dominico Escobar. En dicho distrito, residía desde años anteriores, don Mariano Bellido, esposo de doña María Parado, en compañía de su hijo Mariano, desempeñando el cargo de receptor de correos”.

“Tomás el otro de los hijos de la señora de Bellido se había alistado voluntariamente en las filas del ejército libertador que pasó por esta ciudad a fines de 1820, encabezado por Álvarez. Hacía ya un año que Tomás se había incorporado en este ejército, sin que su madre tuviera de él noticia alguna. Habiendo llegado a saber más tarde que se encontraba en Cangallo entre los patriotas que obedecían a Quiroz mandó a dos de sus hijas Gregoria y Andrea, para que ofreciesen 500 pesos por rescate de su  hermano, presumiendo que por la completa falta de recursos en que se encontraba el ejército nacional o fuese desechado semejante ofrecimiento”.

“El jefe después de haber oído a las hermanas hizo venir a su presencia a Tomás y anunciándole la proposición mandada hacer por su madre, le declaró hallarse dispuesto a aceptarla. Entonces el generoso joven con voz firme y resuelta dijo: “Al ingresar voluntariamente en el ejército patriota, he jurado sostener nuestra independencia. Si hoy mi madre por temores inspirados sin duda por su excesiva ternura, os ofrece 500 pesos por mi rescate, recibidlos para el servicio de nuestra  causa, pero recibidlos  también, con el juramento que ahora repito de no volver a mi casa antes de ver triunfante la bandera de la libertad”.

“La señora de Bellido entusiasmada con tan abnegado patriotismo procuró desde entonces ponerse al corriente de todo movimiento político a fin de anoticiarlo a su hijo y prevenirlo de cualquier peligro. Escudriñando, pues, con sigilosa asiduidad la actitud y los planes de uno y otro ejército y en estas circunstancias supo que Carratalá debía enviar una fuerza competente sobre la de Paras. Con este motivo, dirigió a su esposo una carta la que fue escrita por don Matías Madrid, uno de los amigos más íntimos de la familia”.

Dicha carta estaba concebida en los términos siguientes:

Huamanga, marzo 26 de 1822

“Idolatrado Mariano: Mañana marcha la fuerza de esta ciudad a tomar la que existe allí y a otras personas que defienden la causa de la libertad. Avísale al jefe de esa fuerza señor Quiroz y trata tu de huir inmediatamente a Huancavelica donde nuestras primas las Negretes; porque si te sucediese alguna desgracia que Dios no lo permita, sería un dolor para tu familia y en especial para tu esposa que te adora.- María”.

El historiador José Domingo Cortez dice a este respecto lo que sigue: “Fue fusilada (María de Bellido) en 1822 en Ayacucho, por su constancia en no revelar a los autores de una carta que estaba firmada con su nombre  y en la que se daban noticias importantes para que se salvara una fuerza patriota que iba a ser sorprendida en Quicamachay, 6 leguas distante de Huamanga. Después de la acción de la Macacona (Ica), se hallaba el guerrillero Quiroz en Quicamachay y quedó cortado por consecuencia de esta derrota con toda su fuerza que no bajaba de 600 hombres con el aumento que le habían dado los patriotas de Huamanga. Atacada esta fuerza por los españoles tuvo que abandonar su posición y entre los despojos que le tomaron en la retirada, quedó una chamarra del marido de la Bellido y se sacó de ella la carta que aparecía firmada por la consorte y contenía avisos anticipados sobre esta misma expedición”.

“La pérdida de la división de Tristán – razona Paz Soldán – ocasionó otros reveses no de pocas consecuencias: la partida del activo y valiente guerrillero Cayetano Quiroz fue casi destruida”.

Recordemos que el zambo Quirós llegó al cuartel del general San Martín, quien atendiendo a los ruegos del antiguo esclavo y reconociendo su potencial capacidad de dirigir una partida montonera por sus vastos conocimientos de la región y capacidad de mando pone bajo sus órdenes a 50 voluntarios los cuales en poco tiempo llegan a sumar 200 hombres, los que apertrechados por el mismo San Martín inician acciones de hostigamiento contra las fuerzas realistas de Lima y sus alrededores llegando con sus incursiones hasta Ica y en la sierra hasta CangalloJauja y Huancayo donde actúan en conjunto con los montoneros morochucos.



EL BRAZO EJECUTOR DE SAN MARTÍN

Recientemente, Bernardino Ramírez Bautista, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, publicó una brillante investigación: “Próceres campesinos en la guerra de la Independencia del Perú”. Repasemos algunos datos, en dónde resalta el aporte del iqueño Cayetano Quirós.

Cayetano Quirós (el más grande jefe montonero). Según el mariscal Guillermo Miller, la partida de Cayetano Quirós era la más atrevida y la más temible de las montoneras. Los definió como hombres barbu­dos, grotescamente vestidos por amor a la patria, ver­tían su sangre y perdían su vida. Los jefes chapetones duplicaban sus tropas y destacamentos por temor a Quirós y su montonera. Mestizo, alto, fornido, sim­pático de rostro y bien compartido de cuerpo, de ojo vivo y penetrante, mirada altiva y audaz, era osado como pocos, astuto y sagaz, de gran carácter, un tipo romántico, por eso muy amado por quienes lo se­guían en su montonero y al mismo tiempo muy res­petado, obedecido y hasta temido. De origen oscuro y hasta ímprobo, el patriotismo lo convirtió en héroe. Cierta vez fue implicado en un robo. Aprehendido y sometido a juicio se fingió loco, hizo tan bien su papel que ni siquiera los facultativos que lo examina­ban pudieron determinar si su locura era verdadera o falsa. El astuto juez introdujo a su mujer a la celda pero no la dejó disimular, porque sospechaba que era una trampa. No pudiendo resistir más las angustias y lágrimas de su mujer, le habló a esta la verdad y se descubrió. El juicio fue seguido y terminado, pero Quirós logró fugarse de la prisión.
Llegó al cuartel de San Martín guiando a fuer­zas que decidieron pasarse a las fuerzas patriotas. Le contó al general su vida completa ofreciéndole una conversión, le pidió armas para cien guerrilleros, ob­tuvo la mitad y a los dos meses, tenía una partida de montoneros de doscientos hombres, bien armados y montados.

12 DE AGOSTO DE 1821: EL COMBATE DE HUAROCHIRÍ

Su primera gran hazaña fue la sorpresa de San Jerónimo de Huarochirí, donde el 12 de agosto de 1821 aniquiló un destacamento español que aca­baba de reducir a cenizas seis caseríos de la zona.

En la emboscada de Quillapata, en marzo de 1821 después de la acción destructiva en Concepción, los jefes españoles Valdez y Ricafort decidieron regresar a Lima por Canta, en Ataura los indígenas mal ar­mados y peor organizados sufrieron una carnicería feroz, unos 400 murieron en el choque y otro tanto en la mortífera persecución. Los montoneros entera­dos de la carnicería hecha en Huamanga, Cangallo, Ataura y otros lugares, convergían con gritos de ven­ganza y castigo por la zona de Canta, ruta de descen­so escogida por los realistas a la costa.

CAYETANO QUIRÓS, EL PATRIOTA IQUEÑO, JEFE DE JEFES

Hacia allí tam­bién fueron con sus hombres, los jefes montoneros: Francisco Vivas, José Navajas, Alejandro Huavique, Francisco Vidal y Antonio Elguera, todos al man­do de Cayetano Quirós. Esta vez los españoles se la verían con tropas, sino regulares, sí con jefes úni­cos, organizados, aguerridos y sobre todo provistos de armas tan modernas como las suyas (Coronado 2006: 49).

2 DE MAYO DE 1821: EL COMBATE DE QUILLAPATA

Confiados bajaban a Lima los realistas, por el in­eludible paso del pueblo de Quillapata (Obrajillo), ignoraban totalmente un inusitado movimiento que bullía en las alturas, faldas y laderas de los cerros. Imperceptibles eran las voces de mando e incom­prensibles los silbidos que rasgaban el aire. Hombres cobrizos de raza autóctona, negros y hasta blancos, todos con ponchos, iban y venían para ubicarse en el lugar previsto. A las ocho de la mañana del 2 de mayo de 1821, montan sus caballos los jefes de es­cuadrones y atienden las órdenes del caudillo gene­ral, Cayetano Quirós. A una señal de él sueltan te­rribles descargas de fusilería, llueven peñascos sobre el camino de Quillapata; los soldados realistas caen muertos unos sobre otros, caen también muchos he­ridos. Reina el desorden, la confusión y el pánico entre los soldados realistas. No pueden avanzar por el fuego de los bravos de Quirós, tampoco pueden retroceder por el mismo motivo, y por los flancos también les llueven balas y piedras. Cae herido el jefe del Estado Mayor, Vicente Guarín, el brigadier Ricafort se desploma con la pelvis atravesada por una bala, pero sus subalternos pueden montarlo y llevarlo a Canta. Un oficial y 90 soldados realistas yacen exánimes, otros se ahogan al tratar de cruzar el río Chillón, los heridos son innumerables. La Compañía Imperial Alejandro es hecha prisionera con su jefe, Juan Garrido. El triunfo patriota es com­pleto. Si no aniquilaron a los realistas fue porque se acabaron las municiones. Ricafort esperaba con im­paciencia a los 600 refuerzos solicitados a Lima. La emboscada de Huampaní fue otra acción bélica y un duro golpe a Rodil cuando se retiraba al Centro por el valle del Rímac, no pudieron eludir a los fieros montoneros que por sus espías sabían todos sus mo­vimientos, pues los seguían sin perderle el paso. Al pasar por el fundo Huampaní, Cayetano Quirós y sus montoneros salieron de sus escondites, descol­gáronse a bala limpia sobre la vanguardia, los flancos y la retaguardia de los realistas, el desorden y la dis­persión de los virreinales es controlado por Rodil y Valdés. Ricafort estaba en camilla, logran reagrupar a sus fuerzas y, empeñándose en el combate les per­mite evitar la derrota (Coronado 2006: 59).

27 DE ABRIL DE 1822: EL COMBATE DE PARAS

Su retirada hacia Ica e infortunio. Un ataque de los morochucos a Carratalá, permite a Quirós y sus mon­toneras trasladarse hacia el sur, en Paras (27 abril) fue sorprendido por Ramón Rodil.

Pelearon como leones los montoneros pero no pudieron evitar la derrota. La esposa de Quirós murió luchando, con ese doble revés la muerte de su esposa y la derrota, con unos cuantos guerrilleros siguió directo hacia Ica. Cuando se aproxi­maba a esta ciudad se encuentra con Carratalá, quien ordenó la muerte de María Parado de Bellido, éste puso sus terribles garras sobre Quirós y su disminuida mon­tonera, corrieron diversa suerte los patriotas, muertos en combate la mayoría, otros fusilados o prisioneros.

Unos cuantos fugitivos entre ellos Mariano y Tomás Bellido (esposo e hijo de María Parado), Cayetano Quirós logró huir una vez más.

Carratalá volvió a Ica, Raulet —patriota— tuvo que salir y ubicarse entre Pisco y Cañete, el realista lo siguió y derrotó. Se retiró al norte. Por coincidencia Quirós salió a la Puntilla, y se encontró con el ejército realista al mando de Villagra, intentaron batirse pero fueron acorralados por todas partes y hechos prisio­neros. Fueron llevados a Ica y a la mañana siguiente, 5 de mayo 1822, el patriota Cayetano Quirós y sus hermanos de gloria e infortunio fueron fusilados en la plaza principal de Ica, con cartelones en la espalda que exponían la causa de su ejecución: «Por infame, bandoleros y asesinos… » (de Gamero, citado por Coronado: 61).

Se acerca la fecha histórica del 5 de mayo de 2020, el fusilamiento de nuestro héroe iqueño, Cayetano Quirós, en la plaza de armas de Ica. Nunca se realizó un homenaje a nuestro guerrillero patriota afroperuano y ahora, en plena guerra contra el coronavirus, tampoco se realizará. El mejor homenaje de las nuevas generaciones, es que dediquen unos minutos, unas horas, para leer y revalorar su valioso aporte a la Independencia del Perú.

Ica, 27 de abril de 2020

Mag. Juan Carlos Romaní Chacón
Biblioteca Municipal “José de San Martín”
Municipalidad Provincial de Ica
    



Fuentes:
Investigaciones sociales
Vol.22 N.°41, pp.239-260 [2019]UNMSM/IIHS. Lima, Perú
DOI: https://doi.org/10.15381/is.v22i41.16790
Próceres campesinos en la guerra
de la Independencia del Perú
Bernardino Ramírez Bautista
Universidad Nacional Mayor de San Marcos


Libro “AYACUCHO”
Págs. 149

Vargas Ugarte, Rubén
“Historia General del Perú”
Tomo VI – Emancipación (1816 - 1825) desde la pág. 137



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