miércoles, 26 de agosto de 2020

 

Rescate en el desierto en la Guerra de la Independencia:

EL ALCALDE DE PARACAS

QUE SALVÓ LA VIDA A GUERRILLEROS PATRIOTAS



 

Al momento de redactar el presente artículo, faltan dos semanas para conmemorar dos hechos históricos: el 7 de setiembre, el Bicentenario de la llegada de la Escuadra Libertadora a la ensenada de la bahía de Paracas; y, el 8 de setiembre, el Bicentenario del desembarco de la Expedición Libertadora en las playas de Paracas, en la hermana provincia de Pisco, Región Ica.

 

No podemos realizar ni participar en espectaculares desfiles cívico militares y escenificaciones históricas con la masiva asistencia del público. No podemos, por el alto riesgo de la pandemia del Covid 19.

 

Pero sí podemos difundir, conmemorar, revalorar, con ACTIVIDADES VIRTUALES y con una masiva y contundente campaña de difusión, generada por todos los sectores. Pero, son escasos los esfuerzos realizados por algunas prestigiosas instituciones, que luchan por hacer conocer la historia, la identidad, los valores de su propia tierra…nuestra Región Ica.

 

Y es nuestra intención, como integrantes del equipo de investigación de la Biblioteca Municipal “José de San Martín” de la Municipalidad Provincial de Ica, despertar el interés, motivar a la sociedad civil organizada de nuestra región, para impulsar actividades virtuales que revaloren los hechos históricos, que revaloren la vida y obra de los personajes históricos de la Independencia, así como revalorar los escenarios históricos del Bicentenario de la Independencia del Perú…en tiempos de pandemia.

 

Nos preocupa que el gobierno central, así como grandes empresas, extranjeras y nacionales, empresas de producción de hierro, de cobre, de gas natural, de hidrocarburos, agroexportadoras, empresas de servicios, como telefonía, internet, electricidad, transportes, aeropuertos, terminales portuarios; empresas financieras, como bancos, cooperativas y cajas municipales…que desarrollan sus actividades en la Región Ica; hasta la fecha, no hayan invertido un centavo, en campañas masivas de educación y de comunicación, sobre el BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DE LA REGIÓN ICA Y DEL PERÚ, DEJANDO DE LADO EL FORTALECIMIENTO DE LA IDENTIDAD NACIONAL, DE LOS VALORES DE LAS NUEVAS GENERACIONES, FRENTE AL COVID 19.

 

Algunas empresas justifican su accionar en tiempos de pandemia, con entrega de ayuda humanitaria, equipos de salud, etc., que saludamos y felicitamos; pero son acciones que no van acompañadas de una permanente campaña de comunicación y educación, basada en el fortalecimiento de valores para el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad, e nuestra población….y reforzar el mensaje de integración regional frente a la pandemia, REVALORANDO LA HISTORIA DE LA INDEPENDENCIA DE LA REGIÓN ICA Y DEL PERÚ.

 

Y hemos rescatado de las páginas olvidadas de nuestra historia, un par de líneas, que narran el gesto solidario y patriótico del Alcalde de Paracas, que en abril de 1822, durante el tercer año de la Guerra de la Independencia del Perú, rescató del desierto, al legendario guerrillero patriota, el aguerrido cuzqueño Marcelino Carreño.

 

No conocemos el nombre del Alcalde de Paracas de ésa época, motivo de una próxima investigación, pero lo que nos interesa es su gesto heroico de haber rescatado a un grupo de guerrilleros patriotas del desierto iqueño, que agonizaban por falta de agua y alimentos.

 

Este acto solidario lo proyectamos desde el pasado hasta el presente, como un homenaje a todas las autoridades, empresarios, ciudadanos peruanos y extranjeros, que vienen ayudando, incluso, exponiéndose a ser contagiados, pero continúan brindando ayuda a las miles de personas afectadas por el Covid 19.  Y nos faltarían páginas para mencionar a los médicos, policías, militares, gobernadores, alcaldes, que han fallecido durante la guerra contra la pandemia… y a los jóvenes peruanos que fallecieron recientemente en una discoteca en Los Olivos, en Lima…en pleno estado de emergencia. Son peruanos fallecidos, seres humanos, y no somos nadie para juzgar a nadie.

 

Repasemos y compartamos éste modesto artículo, con nuestras familias y amigos…no es fantasía, ni un mito, ni cuento, ni una leyenda…sucedió en el Perú, en la Región Ica y pocos lo saben…      

 

ANTECEDENTES

 

Después del histórico desembarco de la Expedición Libertadora del General José de San Martín, el 8 de setiembre de 1820, en la bahía de Paracas – Pisco, se produjeron operaciones militares en todo el territorio de lo que hoy se denomina Región Ica.

 

El primer objetivo de San Martín era desalojar a los ejércitos realistas de la costa sur del Perú y asegurar la Expedición a la Sierra, comandada por el Coronel Mayor Juan Antonio Álvarez de Arenales, mientras que el Libertador se alistaba para reembarcarse con su Escuadra rumbo al norte de Lima. 

 

De esta forma se iniciaba formalmente la  Guerra de la Independencia  del Perú, que se prolongó por cuatro largos años, con una serie de triunfos y derrotas, de los bandos patriotas y realistas, en dos grandes etapas: la campaña inicial del Libertador San Martín y la campaña final del Libertador Simón Bolívar.

 

La guerra de la Independencia se inició en los escenarios históricos de las hoy denominadas, regiones de Ica, Huancavelica, Ayacucho, Apurímac, Junín, Cerro de Pasco, Lima, Lambayeque, Trujillo, y se generalizó en todo el Virreynato del Perú.

 

OPERACIONES MILITARES DE 1820

 

8 de setiembre: Desembarco de la Expedición Libertadora en la bahía de Paracas – Pisco

9 de setiembre:

San Martín envía un escuadrón de caballería al mando del capitán argentino José Félix Aldao, rumbo a las cercanías de Ica, para reconocer el territorio y acopio de información. 

Del 12 al 21 de setiembre: San Martín establece su cuartel general en Pisco y Caucato.

22 y 23 de setiembre:

Deserción de  más de mil soldados chinchanos del ejército realista y pase al ejército patriota.

Ingreso del Regimiento de Granaderos de los Andes al valle de Chincha.

4 y 5 de octubre: Preparación y partida de la Expedición Libertadora a la Sierra.

6 de octubre: Ingreso de la Expedición Libertadora de Arenales a la ciudad de Ica.

7 de octubre: Combate de Palpa y  Primera Victoria Patriota.

15 de octubre: Combate de Changuillo y Combate de Nasca.

16 de octubre: Combate de Acarí  

 

21 de octubre:

Proclamación y Jura de la Independencia en la Plaza de Armas de Ica. 

Creación oficial de la primera Bandera del Perú, por decreto de San Martín, emitido en el cuartel general de Pisco.

Creación del Escuadrón de Caballería “Auxiliares Patriotas de Ica”, Primera Unidad del Ejército del Perú.

Partida de la Expedición Libertadora de la Sierra por la ruta:

Ica, San Juan Bautista, La Tinguiña, San José de Los Molinos, Chavalina, Huamaní, Ramadilla, Tambillo, Huaytará, Cuchicancha, Castrovirreina, Huamanga, Huancayo, Jauja, Tarma, Cerro de Pasco.

1ero. de noviembre:

Proclamación y Jura de la Independencia en la Plaza de Armas de  Huamanga -  Ayacucho.

6 de diciembre: Batalla de Cerro de Pasco. 

 

OPERACIONES MILITARES DE 1821

 

En 1821 Carreño acompañó a Miller en las incursiones a los puertos del Sur, y no pudo hallarse en Lima al proclamarse la independencia pues en esos días navegaba de Arica a Pisco,  donde desembarcó el 1 de agosto.

 

En agosto de 1821 es decir, cuando se efectuaba la segunda feliz incursión de Miller en la zona de Ica y operaba éste sobre el feroz Santalla.

 

OPERACIONES MILITARES DE 1822

 

A principios de 1822, con el visto bueno del ilustrado ministro Monteagudo, el  sargento mayor  Marcelino Carreño fue nombrado Comandante Militar del Partido de Nasca.

 

Reafirmó allí sus cualidades como instructor de milicias y mereció los elogios del coronel Tristán que lo calificó como “oficial de notorias aptitudes y de confianza”.

 

Acatando órdenes del general Rudesindo Alvarado se movilizó de continuo entre Palpa y Nasca, para mantener contacto con los jefes guerrilleros de Caravelí y Lucanas. Se desarrollaba entonces la Primera Campaña de Intermedios y su misión fue la de “contener cualquier incursión del enemigo por la sierra”.

 

En abril de ese año, al peligrar su posición, se envió de Pisco a San Nicolás, (hoy una de las dos bahías del distrito de Marcona, provincia de Nasca) (1) , el bergatín “Pejespada” con encargo de embarcar a su tropa. Ya en Pisco se esmeró en recoger dispersos, y el 20 de abril pasó a Changuillo para incorporar una partida de 120 hombres.

 

Marcelino Carreño, en el camino, fue informado de que los jefes realistas Carratalá y Valdés, desde Palpa e Ica respectivamente,  destacaban fuerzas combinadas para encerrarlo; retrocedió entonces al puerto y no consiguiendo buque para embarcarse, marchó por caminos extraviados durante dos días y medio, sin agua ni alimento alguno, hasta que, retirado el enemigo, pudo volver a Pisco “en el último extremo de la vida”.

 

Lo socorrió allí el alcalde de Paracas, gracias a quien pudieron salvarse también los rezagados que quedaron en los arenales.

 

El hecho de haber podido burlar al enemigo pese a hallarse en tan precarias condiciones, le mereció la gratitud del gobierno, que a su llegada a Lima lo nombró Gobernador Político y Militar de Huarochirí, con mando sobre las guerrillas que operaban en la sierra inmediata.

 

 

 

 

 

1822: LA SEGUNDA CAMPAÑA LIBERTADORA EN

CHINCHA, PISCO, ICA, PALPA Y NASCA

 

Recomendada expresamente por el Protector la necesidad de no extorsionar a los pueblos invadidos, sino, al contrario, de manifestar respeto profundo a sus derechos y a sus opiniones, procediendo por el convencimiento y el buen trato antes que por la  violencia y la coerción - y siendo objetivo primordial  de la operación emprendida el apresto de mayores fuerzas, para lo cual habíase llevado cuatro mil fusiles de repuesto – lo primero que debía practicar y que en efecto practicó el comandante en jefe de la división expedicionaria, fue oficiar a los ayuntamientos de la zona, exitando su patriotismo y encomendándoles llamar a las armas a cuantos individuos se sintiesen decididos por la causa de la independencia.

 

Tristes eran los recuerdos dejados en aquel territorio por la presencia de San Martín, y la de Cochrane, que a fin de proporcionarse recursos y de incrementar el número de las filas auxiliares, incidieron en el sistemático despojo de todas las haciendas,  cuyos esclavos, casi en su totalidad, pasaron con daño de esos fondos a formar entre los invasores, amén de las múltiples expoliaciones perpetradas en las viñas y demás sembríos, en los depósitos y las cosechas.

 

 

4 de febrero de 1822

EL PRONUNCIAMIENTO DE NASCA, BENEMÉRITA A LA PATRIA

 

Con todo, gracias a la conducta sagaz y humana observada por Miller en la segunda incursión que ya historiamos, y a la consideración de ser peruanos los dos jefes principales de la expedición, el espíritu público mostróse inclinado a sobrellevar los nuevos sacrificios que de él se demandaban; y los ayuntamientos requeridos, llanos y gustosos por lo general, apresurarónse a deferir al patriótico llamamiento de los nuevos expedicionarios.

 

El pueblo de Nasca,  entre otros, distinguióse por lo rápido y satisfactorio de su respuesta; y, en nota que al general divisionario dirigiera su cabildo parroquial (4 de febrero), hizo evidente el entusiasmo con que todos sus vecinos adiestrábanse en el cuerpo de infantería y en el de caballería allí anteriormente organizados por el comandante militar que Miller hubo nombrado para aquél partido, sargento mayor Marcelino Carreño (1); indicó que todos los menesteres, en materia de víveres y vestuarios, “quedarían librados a los recursos de la localidad”, y sólo exigió, “para ponerse en campaña, armamento y municiones de guerra” (2).

 

(1)   En agosto de 1821 es decir, cuando se efectuaba la segunda feliz incursión de Miller en la zona de Ica y operaba éste sobre el feroz Santalla.  V. el cap. II, parte II, segundo período, 2da. época de esta obra.

(2)   Merece, en verdad, ser conocida la expresiva nota del cabildo nasqueño: “Si los depositarios 

 

 

Que todo hombre de Nasca renuncia voluntario cuanto tiene y cuanto vale, por trasmitir a US. la deliberación absoluta de todos sus derechos. El ayuntamiento se avanza a protestarle que no es ésta una traslación retórica e insignificante; que el pueblo se halla decidido a obrar dentro o fuera del territorio; y que, con esta mira, se presta gustoso y puntual a la disciplina diaria que recibe del jefe y oficialidad que le ha destinado US.; que su progreso es demasiado rápido, y que los cuerpos de infantería y caballería que se organizan bajo la dirección del sargento mayor y comandante militar don Marcelino Carreño, deberán presentar, dentro de breves días, un simulacro de las aptitudes que adquieren. Sabe US. mejor que los miembros del ayuntamiento, todas las necesidades de cualquiera corta partida para ponerse en estado de servicio; y que las facultades de un pueblo pobre, por grandes que sean su decisión , su generosidad y entusiasmo, nunca pueden ser bastantes para dividirse en diferentes objetos. La tropa de Nasca sólo exigirá de US. armamento y municiones de guerra para ponerse en campaña: los restantes artículos quedarán  librados a  los recursos de Nasca; y, conseguido que sea este objeto, parece que el ayuntamiento habrá llenado su deber, los votos de US. y los del pueblo benemérito que le ha confiado su representación y poder ilimitado. Desearía el ayuntamiento que sus ideas quedasen bien explicadas, que pudiese entender US. y concederle la alta gracia de creer que el pueblo de Nasca,  a pesar de su oscuridad, y de ocupar apenas un puesto en la topografía del Perú merece ser elevado al rango de los libres,  por su adhesión, por su energía, y por haber aspirado al aprecio del ilustre genera l en jefe del ejército libertador del Sud.- Dígnese US. Sr. General, aceptar las seguridades que le ofrece el ayuntamiento, de su más alta consideración y respeto.- Dios guarde a US. muchos años. – Nasca y febrero 4 de 1822. – José Narciso Trigoso.- José Manuel Mesa.- Juan José López.- José Borda.- Juan Mesa  .- Por mandado de S .Sía.: Juan Galindo,  secretario. –Sr. General jefe del ejército libertador del Sud, don Domingo Tristán y Moscoso” .- Gaceta del Gobierno de Lima, t . II núm. 15, del 20 de febrero de 1822.- Palpita en esta nota la fogosidad de un sincero patriotismo, y admira que, en esos tiempos y en un pueblo como Nasca, pudiese haber quien, con tanta elocuencia y corrección, redactara documentos de la calidad y altura que resplandecen en el oficio precedente.- El sargento mayor don Marcelino Carreño, organizador de los cuerpos cívicos de Nasca, falleció en el encuentro de Corpahuaico, la víspera de la batalla de Ayacucho (8 de diciembre de 1824); era argentino.- las Memorias de Miller, vol. I, Pág. 306.

 

(3)    Precisamente, casi todo el período comprendido entre su arribo y desastre, que fue el 7 de abril. V. op. cit., vol. III. pág. 286.

 

 

Germán Leguía y Martínez

HISTORIA DE LA EMANCIPACIÓN DEL PERÚ: EL PROTECTORADO

TOMO VI

Prólogo de Alberto Tauro

COMISIÓN NACIONAL DEL SESQUICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ

LIMA 1972

 

 

 

 

 

 

COMANDANTE MILITAR DE NASCA

 

A principios de 1822, con el visto bueno del ilustrado ministro Monteagudo, Carreño fue nombrado Comandante Militar del Partido de Nasca

 

Reafirmó allí sus cualidades como instructor de milicias y mereció los elogios del coronel Tristán que lo calificó como “oficial de notorias aptitudes y de confianza”.

 

Acatando órdenes del general Rudesindo Alvarado se movilizó de continuo entre Palpa y Nasca, para mantener contacto con los jefes guerrilleros de Caravelí y Lucanas. Se desarrollaba entonces la Primera Campaña de Intermedios y su misión fue la de “contener cualquier incursión del enemigo por la sierra”

 

En abril de ese año, al peligrar su posición, se envió de Pisco a San Nicolás, hoy una de las dos bahías del distrito de Marcona, provincia de Nasca (1) , el bergatín “Pejespada” con encargo de embarcar a su tropa. Ya en Pisco se esmeró en recoger dispersos, y el 20 de abril pasó a Changuillo para incorporar una partida de 120 hombres. En el camino fue informado de que los jefes realistas Carratalá y Valdés, desde Palpa e Ica respectivamente,  destacaban fuerzas combinadas para encerrarlo; retrocedió entonces al puerto y no consiguiendo buque para embarcarse, marchó por caminos extraviados durante dos días y medio, sin agua ni alimento alguno, hasta que, retirado el enemigo, pudo volver a Pisco “en el último extremo de la vida”.

 

Lo socorrió allí el alcalde de Paracas, gracias a quien pudieron salvarse también los rezagados que quedaron en los arenales

 

El hecho de haber podido burlar al enemigo pese a hallarse en tan precarias condiciones, le mereció la gratitud del gobierno, que a su llegada a Lima lo nombró Gobernador Político y Militar de Huarochirí, con mando sobre las guerrillas que operaban en la sierra inmediata

 

 

 

 

EL CORONEL SANTIAGO MARCELINO CARREÑO, LIBERTADOR DE CHILE Y DEL PERÚ, HÉROE OLVIDADO DE LA CAMPAÑA DE AYACUCHO

Por. Luis Guzmán Palomino

 

…análisis de ese período desde el punto de vista peruano, consintiéndose el desmedido ensalzamiento de los aliados en desmedro de los nuestros, cuya actuación en ningún caso fue menos importante. Prejuicios e ignorancias han marginado a los protagonistas peruanos de esta guerra, inclusive a jefes de alta graduación que estuvieron vinculados a las guerrillas indias y mestizas. Consideramos que ello implica no sólo omisión, sino aun injusticia, cuya reparación no puede dilatarse por más tiempo.

 

Tal vez la omisión más grave sea la que ha sepultado en el olvido al insigne coronel cuzqueño Santiago Marcelino Carreño, cuyo nombre casi nadie recuerda pese a que fue el oficial peruano de mayor graduación que murió en la campaña de Ayacucho. De los jefes patriotas solo el británico Guillermo Miller lo citó entre los héroes; todos los demás lo silenciaron, olvidando a quien fuera de los libertadores de Chile, vencedor de varias acciones guerrilleras, organizador de un escuadrón de caballería que sería base del regimiento “Húsares de Junín” y Jefe de los Guerrilleros de Vanguardia” en la definitiva  batalla de Ayacucho. Ningún monumento conmemorativo recuerda a Carreño; apenas si algunos historiadores, principalmente Juan José Vega; han vindicado su memoria; los diccionarios de personajes peruanos ni lo nombran y no ha tenido hasta hoy el homenaje que exige su brillante trayectoria.

 

El 8 de diciembre de 1824, en vísperas de librarse la batalla de Ayacucho, cuando precisamente bajaba con sus guerrilleros para participar en ella, Carreño fue emboscado en las cercanías del Condorcunca, librando allí su último combate e inmolándose heroicamente. Estos modestos apuntes sobre los rasgos más saltantes de su biografía, se escriben como un reconocimiento de gratitud hacia tan preclaro peruano, merecedor como pocos de un lugar destacado en las más gloriosas páginas de nuestra historia.

 

LIBERTADOR DE CHILE

 

Desconocemos hasta la fecha la hoja de servicios de tan singular patriota; pero varios documentos lo señalan como peruano y cuzqueño, con el añadido de indio que le adjudicaron algunos racistas coetáneos, no precisamente realistas. Debió iniciar su carrera militar a muy temprana edad; y fue de los primeros en abrazar la causa independentista, pues existe testimonio de que luchó por la emancipación de Chile, ganando sus ascensos en los campos de batalla hasta alcanzar el grado de sargento mayor. Su probado amor por el Perú, su patria y su suelo, como mencionó tantas veces, motivó su alistamiento en la expedición sanmartiniana, figurando entre los 29 oficiales que trajo el regimiento “Dragones de Chile”, cuerpo que vino con sólo dos individuos de tropa, lo que indica que se completó con una mayoría de reclutas peruanos.

 

Vencedor en Coparí y Ccahuachi

 

En 1821 Carreño acompañó a Miller en las incursiones a los puertos del Sur, y no pudo hallarse en Lima al proclamarse la independencia pues en esos días navegaba de Arica a Pisco,  donde desembarcó el 1 de agosto. Al huir de Ica la guarnición realista, Miller envió partidas en su persecución; y el alcance se produjo en Coparí, con clara victoria patriota. El enemigo prosiguió su fuga hacia la sierra, pero fue interceptado por los Morochucos, viéndose obligado a retornar a la costa con intención de pasar a Arequipa. Miller supo de ello en Tambo y destacó una tropa al mando de Carreño para cortar la retirada del enemigo. Recogiendo informes de indios amigos, Carreño avanzó por Nasca, y la noche del 10 de agosto sorprendió a los realistas en Ccahuachi, logrando un nuevo y decisivo triunfo que se vio realzado porque derrotó a un enemigo que superaba cuatro veces el número de sus efectivos . De vuelta en  Ica, mereció los elogios de Miller, porque merced a sus esfuerzos quedaba libre de realistas la región meridional inmediata a Lima.

 

La Patria Nueva de los Hijos del Sol

 

A continuación, Carreño fue destinado a la capital para tomar parte en el sitio del Callao comandando a los “Granaderos” del batallón “Auxiliar de Lima”. En setiembre de ese año sucedió a Pardo de Zela en la jefatura del batallón “Provisional de Lima”, que se organizó sobre la base de mil quinientos negros que se presentaron a servir voluntariamente…

 

 

Ica, Perú, miércoles 26 de agosto del 2020

 

INVESTIGACION:

Mag. Juan Carlos Romaní Chacón

 

Municipalidad Provincial de Ica

Biblioteca Municipal “José de San Martín”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

martes, 25 de agosto de 2020

CHANGUILLO Y NASCA EN EL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA

 

CHANGUILLO Y NASCA

EN EL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA

 

En plena guerra contra la pandemia, en pleno mes de agosto, mes de los vientos paracas; retomamos fuerzas y seguimos difundiendo la historia de nuestra región Ica, con el objetivo de despertar el interés de las nuevas generaciones, niños y jóvenes entre 5 a 20 años de edad, y a todos nuestros compatriotas, en el Perú y en el extranjero; para que fortalezcan su espíritu guerrero y levanten la moral, en estos tiempos del letal Covid 19.

 

Nuestra misión, es resaltar y revalorar a cada uno de los centros poblados, de los distritos, de las provincias, de las regiones de nuestra PATRIA; sus tradiciones y costumbres, su historia, su identidad regional, revalorar su potencial turístico, inyectar valor a nuestra gente, conociendo, reconociendo y revalorando su historia.

 

Y cuando mencionamos ésta hermosa palabra: PATRIA..!! nos referimos a defender la historia, la identidad, la tierra en dónde van a vivir nuestros hijos, pasada esta pandemia y enfrentar todas las que vengan. La patria no es sólo el territorio; es, antes que todo, el alma de la raza y la tradición que une lo presente con lo pasado y estimula, por los grandes hechos, la obra que ha de realizar el porvenir.

 

La Región Ica, Cuna de la Independencia, está conformada por cinco hermanas provincias: Chincha, Pisco, Ica, Palpa y Nasca. Y la pandemia del 2020 ni las pandemias que puedan visitarnos los próximos años; no nos van a impedir, REVALORAR NUESTRA HISTORIA, NUESTRA IDENTIDAD, NUESTRO VALORES MORALES. Y al iniciar nuestra campaña educativa “Región Ica, Cuna de la Independencia”, empezamos recorriendo las instituciones educativas. Llegó la pandemia, y seguimos con más fuerza, en modo virtual.

 

Y queremos llevar nuestro mensaje de INTEGRACIÓN REGIONAL EN EL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA Y EN TIEMPOS DE PANDEMIA;  a cada uno de los distritos y provincias de la Región Ica y del Perú.

 

A continuación aterrizamos en la provincia de Nasca y en todos sus distritos, empezando por Changuillo, con este artículo que esperamos fortalezca el espíritu de y levante la moral del aguerrido y milenario pueblo de los NASCA.


Episodios de la Guerra de la Independencia

LOS MILITARES ESPAÑOLES SUBLEVADOS EXPLICAN LAS CAUSAS

QUE MOTIVARON LA PÉRDIDA DEL PERÚ

 

Durante la Guerra de la Independencia del Perú y Sudamérica (1820 - 1824), los altos mandos militares del virreinato del Perú, sostuvieron rivalidades, desacuerdos y enfrentamientos, que terminaron con el golpe de estado al Virrey Pezuela, y la asunción al poder, del nuevo Virrey La Serna. Culminada la guerra, España perdió a su joya más preciada, el Virreynato del Perú, su colonia más grande y que le reportó miles de toneladas en oro y plata, durante trescientos años. Y los militares españoles vencidos, de vuelta en su tierra, empezaron a escribir documentos y libros, justificando su derrota, atacándose mutuamente y señalando a los culpables….sus mismos compañeros de armas.

 

Valiosos hechos históricos, documentados por los altos mandos del Ejército Real del Perú; que comprueban la vital importancia geopolítica, económica y militar, por ejemplo; del actual territorio denominado Región Ica, al inicio de la Guerra de la Independencia, con la llegada de la Escuadra Libertadora a la bahía de Paracas, Pisco; el histórico desembarco de la Expedición Libertadora del Perú, al mando del General don José de San Martín, el 8 de setiembre de 1820 y la victoria Primera Campaña de la Sierra, al mando del Coronel Mayor Juan Antonio Álvarez de Arenales

 

Aportamos datos valiosos para aclarar una fuerte polémica de doscientos años, entre historiadores peruanos y extranjeros, sobre sí se realizó o no, un combate, raid o batalla en Changuillo, actual distrito de la provincia de Nasca, Región Ica; entre las fuerzas realistas y las fuerzas patriotas. Los datos presentados brindan mayores luces sobre el tema, para seguir investigando, proceso que también contribuye a fortalecer la identidad de nuestra población de la Región Ica, en el presente año 2020, año del Bicentenario del inicio de la Guerra de la Independencia del Perú y Sudamérica…y en tiempos de pandemia. 

 

Cabe precisar que una investigación histórica o de otra especialidad profesional, nunca termina, siempre se descubren nuevos datos, que contribuyen a fortalecer y enriquecer la cultura dinámica de nuestros pueblos, siempre en constante cambio y evolución.

 

Es el caso que algunos miles de archivos y documentos históricos, y valiosos libros de doscientos años de antigüedad, sobre la Guerra de la Independencia del Perú y Sudamérica; olvidados y desperdigados por el mundo; continúan apareciendo y continuarán apareciendo, conforme al interés de los investigadores de las diferentes especialidades, y a medida que evolucionan las nuevas tecnologías de la información y comunicación. Uno de estos documentos, reunidos en cinco tomos, lleva el título de “Documentos para la historia de la guerra separatista del Perú” publicado durante los años 1894 – 1898, en Madrid, España; y que se encuentra a disposición del público en la siguiente dirección en internet:

https://bibliotecavirtual.asturias.es/i18n/consulta/registro.cmd?id=3254

 

 

I.            INTRODUCCIÓN:

 

Antes de desarrollar el presente artículo, repasemos el resumen del contenido de ésta valiosa obra: “Documentos para la historia de la guerra separatista del Perú” (1894-1898)

 

Título: Documentos para la historia de la guerra separatista del Perú / publicados por el Conde de Torata

Publicación:[Madrid] : [s.n.], 1894-1898 (Madrid : Imprenta de la Viuda de M. Minuesa de los Ríos)

Descripción física:5 v. : il. ; 29 cm

Notas:Copia digital : Biblioteca de Asturias "Ramón Pérez de Ayala", 2014

Contiene:Contiene: T. I: Exposición que dirige al Rey Don Fernando VII Jerónimo Valdés sobre las causa que motivaron la pérdida del Perú desde Vitoria, á 12 de julio de 1827 -- 256 p. -- T. II: Refutación que hace Jerónimo Valdés del Manifiesto que Joaquín de la Pezuela imprimió en 1821 a su regreso del Perú -- 513 p., [1] h. de map. col., [1] h. de map. col. pleg. -- T. III: Refutación que hace Jerónimo Valdés del diario que escribió José Sepúlveda sobre la última campaña del ejército español en el Perú en 1824. -- 508 p., [5] h. de map. pleg. -- T. III doble: Apéndices del tomo III de documentos para la historia de la guerra separatista del Perú -- 585, [8] p. -- T. IV: Traición de Olañeta. -- LV, 518 p.

Materia / geográfico:Perú-Historia-1820-1829, Guerra de la Independencia Descripción: Descripciones bibliográficas

Autores secundarios: Torata, Fernando Valdés y Héctor Conde de Valdés, Jerónimo, 1784-1855

 

CDU:94(85)"1820/1829"

Tipo de publicación: Libros

 

https://bibliotecavirtual.asturias.es/i18n/consulta/registro.cmd?id=3254

 

 

II.          EXTRACTOS DEL TOMO II:

REFUTACIÓN QUE HACE JERÓNIMO VALDÉS  DEL MANIFIESTO

QUE JOAQUÍN DE LA PEZUELA IMPRIMIÓ EN 1821 A SU REGRESO DEL PERÚ

 

(Se ha respetado el texto original, con sus respectivos defectos, quemaduras y manchas, tal como se encuentra en el facsímil publicado en internet).

 

Pág. 5

 

Prólogo

 

La separación del Virrey del Perú, General D. Joaquín de la Pezuela, impuesta por varios Jefes del campamento de Aznapuquio, el 29 de Enero de 1821, fue un suceso de la mayor transcendencia para los destinos de aquel país.

 

Juzgado este acto como una insurrección puramente militar (2), ha sido el origen de los cargos que nos han dirigido, tanto mas cuanto que la maledicencia lo ha unido con la perdida de la batalla de Ayacucho, dada el 9 de Diciembre de 1824,

como si estos dos hechos hubiesen tenido entre si la menor relación, y aunque así no fuese, cuando los cuatro anos transcurridos de uno a otro, de incesantes victorias y sacrificios de todo género, habían mas que bastado, para lavar cualquiera mancha que pudieran tener, los al fin vencidos,

por su participación en la deposición del Virrey.

 

Pero la separación del General Pezuela, lejos de deber ser calificada de esa manera, fue una necesidad (dolorosa si se quiere), dado el estado del Perú en aquella época, puesto que el Virrey, prevenido contra el General la Serna, no accedió a ninguna de las indicaciones que se le hicieron, de separar a los Consejeros de cuya lealtad se dudaba, de sacar al Ejercito

 

 (1) Localidad situada a una legua al Norte de Lima. Estas leguas deben ser

de 8.000 varas (6.687 metros), pues a ellas se refiere el Almanaque Peruano y

guia de forasteros para el ano 1821.

(2) Manifiesto del General Pezuela, pág. 13, párrafo Hecho.

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a combatir con el de los enemigos, no aceptando tampoco el que fuese preciso el abandono de Lima. La situación, sin embargo, era critica a mas no poder, y es necesario que quede consignada muy en claro, para que se pueda discutir sobre hechos concretos.

 

Lima estaba bloqueada por mar por la escuadra chilena desde principios de 1819, y por tierra por las montoneras (1), apoyadas por el Ejercito de San Martin, que habiendo desembarcado en Paracas (tres leguas de Pisco) el 8 de Septiembre de 1820, se trasladó a Ancón en Octubre del mismo,

así que la entrada de víveres era muy escasa, tanto mas cuanto que Chile y Trujillo, ya perdidos (2), habían sido sus graneros, y la expedición de Arenales al interior, llevando la insurrección hasta la sierra, interceptaban la llegada de recursos de toda clase, sobre todo de hombres y ganados. El

hambre se sentía en aquella populosa población, y era cuestión de tiempo, y no largo, el llegar a las mayores escaseces.

 

El Ejercito, encerrado en tan voluptuosa ciudad, sintiendo los primeros gérmenes de la epidemia que habia de sufrir en el otoño (3), se hallaba compuesto en su mayor parte de indios,

que siempre muy propensos a la deserción, lo estaban mucho mas en aquellos momentos, por los trabajos que con este objeto hacian, agentes de.uno y otro sexo, de los insurgentes, por lo que abandonaban sus banderas, no ya solo los soldados, sino los Jefes y Oficiales, y hasta batallones enteros, como el de Numancia, por lo cual se iba deshaciendo como el hielo y no era difícil predecir el momento en que estaría aniquilado por su mal espíritu y reducido número.

 

El comercio, de quien principalmente se sacaban los recursos, estaba descontento y arruinado con el bloqueo: los leales se encontraban desanimados y sin confianza en el Virrey por el numero' y magnitud de las desgracias ocurridas

 

(1) Se llaman montoneras a las partidas de paisanos que se armaban por el

momento y salían a hostilizar sin genero ninguno de instrucción ni disciplina.

(2) En 1818 y en Diciembre de 1820.

(3) Hay que recordar que las estaciones están allí cambiadas con las nuestras.

 

 

durante su mando y la clase de personas que le rodeaban y servían de consejeros; mientras los tibios procuraban ponerse en buen lugar con el nuevo poder que aparecía.

 

Las masas removidas por hábiles conspiradores, dispuestas para lanzarse a la lucha cuando el hambre y las deserciones hubiesen hecho su camino, teniendo la espalda guardada por San Martin, que con su Ejercito en Huacho y Retes y las avanzadas a solo siete leguas (4 Enero 21), manejaba todo este teclado y acechaba el momento de caer sobre su presa, a la vez que el Ayuntamiento, compuesto de las personas más influyentes, pedía que se capitulase, y el mismo Virrey expresaba esta idea en la Junta de Guerra, como se ha dicho en la Exposicion al Rey de 12 de Julio de 1827 (1).

Y dada esta situación, que camino quedaba para salvar el Perú, cuando el Virrey desechaba el único que se podía seguir? .Que otro modo de realizarlo, si el General Pezuela a nada accedía?

 

!Cabe mayor abnegación, mayor amor a la Patria, que haber ejecutado este acto, el de su separación, que tantas responsabilidades encerraba ante Dios y los hombres, en vez de cruzarse de brazos y dejarse llevar de la obediencia ciega y pasiva!

 

Si tal hubiesen hecho, el Perú se habría perdido cuatro anos antes; pero nosotros no tendríamos que venir aqui a protestar de la injusticia con que hemos sido tratados.

 

Es, pues, por la importancia que tiene todo lo que se rellere al esclarecimiento de este suceso, por lo que publicamos ahora como segundo tomo de Documentos para la historia de la guerra separatista de aquel país, la Refutación (inédita) del Manifiesto que el General Pezuela dio a luz en 1821, tan luego como llego a España.

 

III.       EL PRINCIPIO DEL FIN:

 

Pág. 21

 

El Sr. Pezuela debió comprender el estado verdadero de su crédito cuando llego (i Lima y se encargo del Virreinato, pues contra lo siempre observado en America y en todas partes, vio que la salida de su antecesor, el Marques de la Concordia, era un dia de luto y de consternación en la capital (1); al paso que su sucesor en el Ejercito del Peru, el General la Serna, que desembarcaba al mismo tiempo en las costas de Arica, era recibido con un entusiasmo extraordinario por los

pueblos y las tropas de que aquel acababa de separarse, circunstancia para el tanto mas sensible, por el contraste que formaba con el frio recibimiento que le liabia hecho el mismo Ejercito cuando fue a relevar al General Goyeneche en 1813.

 

Esta diferencia fue tal vez el origen de la falta de armonía con que desde un principio se establecieron las relaciones con la Serna, y hasta acaso influyo en hacerle emprender en 1816 la campana de Salta con solo 3.581 hombres, en la cual, no pudiéndose proponer ni batir ;i Belgrano, que se hallaba en el Tucumán con 4.200 hombres, ni llamar la atención de San Martin, que operaba con otros tantos sobre las cordilleras de Chile, a 400 leguas, fue, o un gran error, o no podia tener otro objeto que desacreditar al nuevo General del Peru, y hacer que su inevitable desgracia formase un contraste notable con las victorias de Vilcapugio, Ayohuma y Viluma.

 

El Virrey no contaba si discurria de este modo, que siendo suyo el plan de campana, y habiendolo resistido el General la Serna hasta donde permitia la disciplina, era el y no este sobre quien al fin habia de caer la responsabilidad y el descredito.

 

Así sucedió, en efecto, y esta malhadada campana vino et ser después el primero de los cargos que se le han hecho por su manejo y direccion del Virreinato.

 

A la campana de Salta siguió la expedición a Chile en 1818, cuyo mando confió (i su yerno el Brigadier Osorio, bajo el equivocado concepto de que era posible la reconquista de aquel Reino con 4.500 hombres, estando defendido por (1) Sthevonson. Traducción de Setier, folio 65, tomo III.

 

-22 —

 

San Martin con un Ejército de 11.000 soldados de línea, los habitantes de cuatro provincias armados en masa y una excelente artillería. Osorio perdio su Ejercito en la batalla del Maipu (5 de Abril de 1818), a los veinte días de haber batido el Brigadier Ordonez !'i San Martin en los campos de Talca, y decidido la suerte de Chile por uno de aquellos triunfos inesperados con que suele coronar la fortuna el arrojo, y si se quiere la temeridad con que se empeño la gloriosa batalla de Cancharrayada.

 

A consecuencia de esta desastrosa expedición, fue desmantelada la plaza y puerto de Talcahuano, se rindio la de Valdivia, quedo bloqueado el archipielago de Cliiloe, se perdió en el mar el convoy y armamento que escoltaba la fragata Maria Isabel, y los enemigos quedaron dueños del Pacifico y

en estado de atacar el Peru por mar y tierra, como lo verificaron en Septiembre del ano de 1820.

 

La consternación que estas perdidas causaron en Lima fue extraordinaria, y la circunstancia de ser el autor inmediato de ellas un yerno suyo suscito el clamor publico contra el General Pezuela, y sin duda se habria adelantado el hecho de su separacion (1), si no hubiese contenido la exaltacion el temor de que no sostuviese aquel acto el Ejercito del Alto Peru, que tenia en un estado brillante el General la Serna.

 

San Martin, que estaba muy bien informado del desconcierto en que se encontraba el Gobierno de Lima, invadio las costas del Peru con 4.500 hombres de todas armas u principios de Septiembre de 1820. El Virrey tenia u su disposicion, segun asegura en diversas partes de este Manifiesto, 23.000

hombres (2), sin incluir en ellos el regimiento de la Concordia y oiros Cuerpos de milicias que estaban sobre las armas.

 

A pesar de esto, el General insurgente, en una campana de cuatro meses y medio, se hizo dueno de las ricas provincias de Guayaquil, Trujillo, Tarma, Huancavelica, Huamanga y

 

(1) Desde la desventurada accion del Maipu (1818). Manifiesto, parrafo 28.

(2) Parrafo 3."

 

ln de Lima, excepto la capital; atraveso el corazon del Peru con nn Cuerpo de 1.200 hombres; batio y tomo prisioneras las guarniciones de lca, la Nasca, Huancavelica, Iscuchaca, Jauja, Tarzna y la columna del general O’Relly, que cubria los minerales de Pasco; concluyo, por la fuerza de sus movimientos, con la division del Brigadier Ricafort; fue apresada (5 de Noviembre de 1820) la fragata de guerra Esmeralda, iniciada bajo los fuegos de los castillos del Callao; pasaron a las banderas de la revolucion las guarniciones de Guayaquil, Trujillo y division de Piura; lo mismo hizo el batallon de Numancia.

 

En suma, San Martin, a principios de 1821, se encontró aumentado su Ejercito hasta el numero de 10.180 hombres, con otros 5.000 de guerrillas o montoneras, habiendo causado al del Rey una baja de 8.200, todo lo cual resulta del mismo Manifiesto, segun se notara en sus respectivos lugares.

 

Una serie de desgracias tan grande como inesperada acabo de desorganizar el Gobierno del Virreinato; destruyo el crédito y los recursos de toda especie; puso en poder de los enemigos todas nuestras costas y arsenales; la capital fue bloqueada por mar y tierra; la desconfianza y el desaliento llegaron a tal grado entre los hombres mas comprometidos por la causa espanola,que hubo dia en que se pasaron a los enemigos 38 Oficiales de todas graduaciones. El pais se creia irremediablemente perdido, y el Virrey participaba de esta opinion, pues que la manifestaba hasta en conversaciones oficiales.

 

El hecho no es exacto, siendo muy penoso el tener a cada paso que llamar la atencion sobre estos detalles, que naturalmente produce la • desconfianza respecto a la verdad de los demas.

 

Decir, por ejemplo, como aqui, que los Ejercitos del Peru tenian en 29 de Enero de 1821 mas fuerza que en Septiembre de 1820, a renglon seguido de haber confesado las perdidas de Guayaquil y Trujillo, las de los batallones de Victoria y Numancia y escuadron de Carabaillo, las de las divisiones de la costa, no es cosa facil de explicar. El estado que a continuación se inserta hara ver la fuerza verdadera que existia en dicho mes de Enero.

 

Fuerza total que existia en todo el Virreinato el dia 8 de Septiembre

de 1820, segun dice el Sr. Pezuela.............................. 23.000

 

B A J A S

 

Guarnicion de Pisco, batida y hecha prisionera en lea

y la Nasca........................................................................ 400

Idem la de Canete, que se incorporo con la primera y

que sufrio igual suerte................................................. 150

La division de Chancay, destruida en Noviembre.... 296

Division de Ricafort, deshecha en los movimientos que

ejecuto en Octubre, Noviembre y Diciembre............. 1.000

Guarnicion de Huancavelica, hecha prisionera en el

puente Iscuchaca por el Coronel Arenales............... 200

Las de Jauja y Taima, tomadas por el mismo caudillo. 230

8-tma y signa..................................................................... 2.276

 

— 30 —

 

Simia anterior........................ 2.276

 

La de Pasco, entre Veteranos y de Milicias, destruidas

cuando la division de O’Relly.................................... 300

Division de este, compuesta del batallon de Victoria,

escuadron de Carabaillo y dos piezas de montana. 976

Guarniciones de Guayaquil y Trujillo, y division de l g 202

Piura, que se pasaron . los enemigos en Diciembre. 2.500 (

Batallon de Numancia, pasado igualmente en el mismo

mes............................................................................. 650

Bajas aproximadas de muertos, heridos, prisioneros y

desertores sueltos en los cuatro meses y medio que

duro esta desastrosa campana....................................... 1.500

Resto en 29 de Enero de 1821.......................................................... 14.798

 

Queda, pues, demostrado con los mismos datos que arroja el Manifiesto, que los Ejercitos del Peru disminuyeron su fuerza desde el mes de Septiembre de 1820 basta Enero de 1821 en mas de una tercera parte, cuya baja fue toda en pura .perdida, mediante a que el desconcierto con que se practicaron las operaciones militares en todos los puntos del Virreinato, asi como las sublevaciones causadas por la invasion de Arenales en las provincias interiores del Bajo Peru, impidieron que se hiciese recluta, ni se aumentasen los Cuerpos con individuo alguno.

 

 

Es de advertir que aunque la partida de 1.500 .hombres de muertos, heridos, prisioneros y desertores sueltos que se pone en el estado no resulta de los documentos del Manifiesto, fue, sin embargo, una baja real, que se ha estimado en lo menos posible, pues solo en deserciones hubo dia en que se

pasaron 38 Oficiales, y otro en que lo verificaron hasta 100 individuos de todas clases (1), pues formaba parte del sistema adoptado por San Martin el fomentar estas todo lo posible, por la perdida material y moral que resultaba.

 

Sin pasar de aqui, y con solo el objeto de completar el cuadro de esta campana, poniendo al lado de las perdidas inesperadas que sufrieron los Ejercitos del Rey las ventajas inde-

 

(1) Miller. Traduccion de Torrijos. Tomo I, paginas 259 y 264.

 

— 31 —

 

oibles que obtuvieron en ella los disidentes, vamos a presentar en otro estado las altas y aumentos probables que tuvo el Ejercito de San Martin desde su desembarco en Septiembre de 1820 basta Enero de 1821.

 

Fuerza total con que desembarco San.Martin-de Pisco............. 4.500

 

A L T A S

 

Dos compañías que se les pasaron de la división de

lea y algunos prisioneros de la misma que tomaron

partido.............................................................................. 200 \

Pasados y prisioneros, que también tomaron partido i

de los batidos en Iscuchaca......................................... 150 I

Pasados de la división de O’Relly.................................... 400 i

Las guarniciones de Guayaquil y Trujillo, y división i

de Piura, pasados en cuerpo a los enemigos............ 2.500 > 6.680

Batallon de Numancia, pasado en la propia forma.... 650

Pasados sueltos de nuestras filas.................................... 580

Reclutas de negros en Pisco............................................ 800

Idem en las provincias del Norte, entre negros y

blancos.............................................................................. 1.400 /

Fuerza total de San Martin el dia 29 de Enero de 1821............. 11.180

 

Suponiendo por un calculo aproximado que hubiese tenido San Martin 1.000 hombres de perdida entre muertos, heridos, prisioneros y desertores, siempre resulta que el día de que se trata tenia al menos 10.180 hombres, sin incluir en este numero mas de 5.000 partidarios que habia organizado en las seis provincias invadidas, y que, como se ha dicho, nos hacían mas daño que el Ejercito de linea. Por manera que San Martin había excedido nuestra fuerza numérica en cuatro meses y medio de campana, siendo asi que a su desembarco no traia de Chile una quinta parte de la que tenia el Virreinato. Esta ventaja era inmensa en las manos de San Martin, porque teniendo que cubrir nuestros 14.798 hombres una extensión de 600 leguas, el tenia concentradas la mayor parte de sus

tropas de linea en Huacho y Huaura, y aun los Cuerpos de partidarios y de guerrillas obraban a muy poca distancia de su base de operaciones, pues que se hallaban en las provincias de Huamanga, Tarma y Lima.

 

Los lectores comprenderan el desaliento que debio producir a las tropas y a los realistas del Peru toda esta serie de desgraciados sucesos, y si era posible que el Virrey tuviese a su favor la opinion y conservase en el pais el influjo que supone, pues lo habia conducido a esta situacion, habiendo tenido a su disposicion tantos medios para salvarlo.

 

§ 4. Este parrafo parece que tiene por objeto el manifestar que la opinion general del Peru estaba declarada por los disidentes, y que esta es poderosa, y solo se puede paralizar por los triunfos militares. Acaba de verse el cuadro de las desgracias que sufrio el Ejercito real en esta campana, y las ventajas inmensas que obtuvo el de San Martin en los cuatro meses y medio que mediaron desde que desembarco hasta el 29 de Enero. Y sin embargo el Sr. Pezuela, fundado en estos principios,

infiere que la situación de los enemigos no les prometía un resultado seguro, que debían estar debilitados, destruida su moral, etc., etc.

 

§ 5. Es difícil comprender lo que quieren decir en este largo párrafo los autores del Manifiesto. En los primeros diez renglones y medio dejan entrever la convicción en que estaban de que se iba a perder el Virreinato, y que de ocurrir esta desgracia se iba a atribuir a las disposiciones del Virrey,

lo que solo era efecto de la fuerza de los acontecimientos. En los 47 siguientes se proponen, al parecer, manifestar que estaba perdido el Perú desde la acción de Chacabuco en Chile (Febrero 1817), es decir, desde la entrada de San Martin en aquel Reino, o lo que es mas claro, desde la epoca en que el Sr. Pezuela se encargo del Virreinato; y, por ultimo, concluyen asegurando (}ue la inaccion era sumamente perjudicial, y que todos los conatos del Sr. Pezuela se habian dirigido desde el principio de la campana de 1820 a buscar y batir los insurgentes en cualquier parte que los encontrase.

 

Hemos dicho antes que los enemigos mas encarnizados del Sr. Pezuela no podian haberle hecho un dano mayor que el

 

- 3:3 —

 

de liacerle firmar este Manifiesto y este párrafo, es una nueva prueba de ello. Como se determinan a hablar de las desgracias de Chile, de la perdida de nuestra Marina, y, por consiguiente, del dominio

del Pacifico, y con ello de la destrucción del comercio y de la industria y de los perjuicios que ocasiona la inacción, habiendo ocurrido todo esto en el tiempo de su mando y sido esta la causa de su deposición? Que fue el Sr. Pezuela quien mando a Chile a su yerno Osorio, el que ordeno desmantelar a Talcahuano, cuyo abandono inconcebible produjo la perdida de la fragata Maria Isabel y la de casi todo el convoy que transportaba la expedición de Cantabria; que la separación de las tres fragatas y otros buques que aun quedaban a fines de 1820 en el puerto del Callao, fue la que ocasiono la perdida de la Esmeralda, abordada en el mismo puerto, y la de la Prueba y la Venganza, perdidas en Guayaquil, donde se consumo nuestra ruina maritima?

 

Como se determina a decir que esperaba para operar sobre las costas a principios de 1821 la llegada de los dos navios que se le habian anunciado en Real orden de Junio de 1819, cuando en Octubre del mismo ano llego a aquellos mares la frogata Prueba, correspondiente a la expedicion anunciada, y con ella la noticia de que el Alejandro se habia vuelto desde La Linea, y que el Han Telmo se habia perdido en el Cabo de Hornos?

 

Y al hablar de la inaccion, que se llama con tanta razon sumamenteperjttdicial, .sera posible que se olvide que fue ella la que abrio las costas de Pisco a la expedicion de San Martin; la que le proporciono las riquezas, la recluta, los caballos y los recursos que, con sorpresa suya, encontro en aquellos parajes; la que decidio a Arenales a practicar la temeraria invasión por el corazon del Bajo Peru, en la cual conto sus triunfos por los dias de marcha, sin encontrar en ningun punto combinacion alguna que pudiera desconcertar sus movimientos?

 

Por ultimo, .como tiene valor para asegurar que habia tratado de batir a los enemigos, y que iba a ponerse a la cabeza 3

 

— 34

 

del Ejercito pora buscarlos decididamente, cuando se verifico su separación, resultando, como resulta, que despues de haber encardado osla operacion a la Serna, y de haberla este principiado, hizo replegar las tropas a las inmediaciones de Lima, preoisamenle en el momenlo mismo que se trataba públicamente en osla capihil, do hacer con San Martin la famosa capitulacion de que se ha. hablado anteriormente y que fue la que determino su separación?

 

Los autores del Manifiesto creyeron sin duda, que escribían para gente completamente ignorante de lo que alli habia pasado, pues de otra manera-no pueden explicarse los errores y contradicciones que a cada paso se encuentran.

 

Los llamados conjurados de Aznapuquio, deben sin embargo darles las gracias por la confesion que hacen en este parrafo, pues a pemr de la opinion que consignan de que el Peru no podia defenderse sin el arribo de fuerzas navales, y que sin el dominio del mar es imponible salvar estos paises, aquellos supieron hacerlo por espacio de cuatro anos sin recibir este auxilio, y fue necesario que por una parte se agolpasen sobro el Perú los ejércitos enemigos de toda la America del Sur, y que por otra estallase la funesta escisión de Olañeta, para que' so perdiesen aquellos dominios en la aciaga batalla de Ayacucho.

 

§ 6. Es cierto que el Sr. Pezuela, en 14 de Noviembre de 1820, titulo Junta directiva a la de Generales (pie tenia formada desde el principio de su Virreinato; pero tambien lo es que le quito aquel, nombre y aquellas atribuciones a. las veinticuatro horas de su instalacion, y que bajo ninguno do los conceptos influyo en ella el General la Serna, contra quien el Virrey tenia la prevencion que descubre en este mismo párrafo.

 

Los acuerdos en que prevalecían por casualidad las opiniones de la Serna.y los Generales Peliu y tal vez Vacaro eran despues . desconcertados por las sugestiones de la Mar y Llanos, que formaban slt Consejo privado, y que se hallaban, según se ha visto después, en comunicación abierta con los enemigos.

 

Así fue que, después de resuelta por la Junta la salida

 

-        35 —

 

de la división de 0 ‘Relly para el valle de Jauja, donde hubiera probablemente batido a. Avenales, so le hizo- marchar, por disposición particular del Virrey, al Cerro de Pasco, en ipue tuvo que rendir las armas de la manera (pie todos saben. J)e esta misma especie se podrian citar muchos hechos.:

 

El Sr. Pezuela. ha olvidado, por lo que respecta a su mando en el Iqjereiio del Alto Peru, que no fueron solo sus ideas, según dice, sino también las de los Generales Ramirez, Tacon, Picoaga, Alvarez, J). Casimiro Valdés y otros beneméritos Jefes, las que le sacaron de sus apuros, y la afectación innecesaria de este párrafo prueba, que deseaba indirectamente justificarse de la opinión de irresoluto que se tenía do el cuando ejercia aquel cargo, y que confiesa en este párrafo haberle perjudicado en el concepto como Virrey de Lima.

 

 

 

§ 7. Los autores del Manifiesto, consecuentes al menos en su propósito de presentar en una misma pagina unas veces perdido el Peru, otras defendido y asegurado'por las combinaciones del Sr. Pezuela; tan pronto sin comercio, sin dinero y sin recursos, como apoyado sobre medios de defensa suficientes al logro de la empresa., se lastiman en este parrafo del peligro de perderse que amenazaba al pais..en las manos de sus nuevos defensores, y al mismo tiempo nos dicen que nada probara contra el Sr. Pezuela el buen resultado de las .nuevas operaciones, mediante a' que /a conservado !i del Virrei'natu esta consiynada sobre la ver-taja de mis combinaciones y sobre el poder que yo he formado desde sus primeros elementos, a costa de muchos afanes y sarrI/.dosy>.

 

Si el plan del Manifiesto ha sido, segun parece, embrollar los hechos de manera que puedan convenir sus consecuencias a todos los. acontecimientos posibles, es menester confesar que han hecho una obra completa, por mas que, tratandose de asuntos tan graves, es, ante todo, preciso hablar claro. .

 

Al parecer, según puede entreverse de este párrafo, les preocupaba que los sucesores del Sr. Pezuela en el Gobierno del Perú perdiesen aquellos dominios, y que en caso de salvarlos lo hiciesen continuando su mismo sistema,

 

— 36 —

 

Si este sentimiento era verdadero, han debido tranquilizarse muy pronto, pues habrán visto que fue precisamente adoptando un plan de campana de todo punto contrario al que seguía tan obstinadamente aquel señor, es decir, que fue estableciendo por base de las operaciones el centro del Perú, en lugar de continuar apoyándolas, según él lo hacía, sobre la circunferencia, como se batió al Cuerpo de Tristán en lca, al Ejercito de Alvarado en Torata y Moquegua, al de Santa Cruz

sobre el Desaguadero, al de Sucre en Arequipa, y a la expedición de Chile en Arica, a cuyas victorias siguieron la tranquilidad de las provincias internas, incluso la de Huamanga, que no se había logrado sosegar durante los dos Virreinatos anteriores. Tantas glorias, debidas, sin duda, al uso feliz de las líneas centrales, y de que solo podra formarse juicio teniendo a la vista la Carta de aquellos inmensos paises, no podrá disputarnoslas el Sr. Pezuela, ni mucho menos atribuirse como propias, unas concepciones del todo opuestas a las suyas.

 

 

 

IV.            LOS ALTOS MANDOS ESPAÑOLES MENCIONAN A CHANGUILLO

Y NASCA EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ

 

Existe una polémica de doscientos años, entre historiadores peruanos y extranjeros, sobre sí se realizó o no, un combate, raid o batalla en Changuillo, actual distrito de la provincia de Nasca; entre las fuerzas realistas y las fuerzas patriotas. Las siguientes líneas pueden contribuir a brindar mayores luces sobre el tema, para seguir investigando, proceso que también contribuye a fortalecer la identidad de nuestra población de la Región Ica, en el presente año 2020, año del Bicentenario del inicio de la Guerra de la Independencia del Perú y Sudamérica…y en tiempos de pandemia: 

 

 

Pág. 43

 

Relación de las sorpresas más notables ocurridas durante

el Virreinato del Sr. Pezuela.

 

1. La de la fragata Maria Isabel con varios buques de transporte que conducían la expedición de Cantabria en el ano de 1818.

2. La que hizo la escuadrilla de Cochrane en el Callao en Febrero de 1819.

3. Las de Ica, la Nasca, Changuillo y Acarí, sobre la división de Quimper,

en Octubre de 1820.

4. La del puente de Iscuchaca, hecha por Arenales, en Noviembre del mismo año.

5. Las de Jauja y Tarma, verificadas en el mismo mes y año.

6. La del Cerro de Pasco en Diciembre.

7. Por último, la de la fragata Esmeralda, apresada dentro del mismo puerto del Callao en Noviembre del propio año.

 

 

 

V.              EL GENERAL VALDEZ, EL ENEMIGO FORMIDABLE DE SAN MARTÍN, AUTOR DEL LIBRO “REFUTACIÓN QUE HACE JERÓNIMO VALDÉS DEL MANIFIESTO QUE JOAQUÍN DE LA PEZUELA IMPRIMIÓ EN 1821 A SU REGRESO DEL PERÚ”  

 

Jerónimo Valdez, natural de Villarín en Asturias (4 de mayo 1784)…en su juventud había estudiado para abogado, y desde entonces adquirió la pasión por los libros que no le abandonó jamás. Con la invasión francesa entró al servicio y se dedicó con tanto afán y provecho, que con el estudio y la experiencia era tan apto para combatir como para dar lecciones del arte militar.

 

A la cabeza de su batallón oía misa los domingos y días feriados, y rezaba el rosario todos los días…severo observador de la táctica y de la disciplina, sus soldados se distinguían por su limpieza, la precisión en las evoluciones militares, el manejo del arma, el aire marcial, la gracia al andar, y esa apostura orgullosa al cuadrarse y saludar, privilegio de los que aprendieron en la guerra el desprecio del peligro.

 

Su división, superior a todas las realistas y también a las independientes, era una agrupación de fanáticos que se habrían dejado matar por él….

 

Era de estatura mediana, más bien bajo que alto, de facciones regulares, algo moreno, bien parecido, en cuya fisonomía simpática campeaban dos grandes ojos rasgados, chispeantes de energía e inteligencia.

 

Vestía un gabán plomo claro hasta los tobillos, chaleco largo cerrado, pantalón corto aprisionado en medias gruesas negras de lana ligadas a medio muslo, medias botas de cuero, espada al cinto, sombrero de vicuña de alas anchas, debajo del que se dibujaba su birrete negro y un gran poncho blanco de lana o dril según las estaciones. Fumaba puros que a veces envolvía en un papel cualquiera, por haberse desecho o roto con las rudezas del camino.

 

Era el ídolo de sus soldados; el enemigo más temible de los patriotas; el único respeto de La Serna y el baluarte más firme en América de los derechos del trono. Tal era el Jefe de Estado Mayor.

 

HISTORIA DEL PERÚ INDEPENDIENTE

Por: M. NEMESIO VARGAS

Págs. 219 - 220

LIMA

IMP. DE LA ESCUELA DE INGENIEROS

1903

BIBLIOTECA MUNICIPAL “JOSÉ DE SAN MARTÍN” ICA

HP         390

 

Biblioteca Municipal “José de San Martín”

FUENTES:

 

HISTORIA DEL PERÚ INDEPENDIENTE

Por: M. NEMESIO VARGAS

Págs. 219 - 220

LIMA

IMP. DE LA ESCUELA DE INGENIEROS

1903

BIBLIOTECA MUNICIPAL “JOSÉ DE SAN MARTÍN” ICA

HP         390

 

 

https://bibliotecavirtual.asturias.es/i18n/consulta/registro.cmd?id=3254

 

 

 

VI.            DATOS DEL LIBRO “EPOPEYA DE LA LIBERTAD”

Lima, Perú 1921

 

Repasemos la obra del coronel Manuel Bonilla “EPOPEYA DE LA LIBERTAD”, que adquiere grandes dimensiones en este año 2020, uno de los historiadores peruanos reconocidos a nivel mundial,  referente de los historiadores extranjeros que en la actualidad, viajan hasta nuestro país para buscar sus libros que contienen investigaciones y documentos de hace cuatro siglos.  

 

“Si fue ilógica la retirada de Quimper en dirección precisamente opuesta a la aconsejada por las conveniencias tácticas de todo destacamento avanzado, su ejecución es inexplicable. Tras de una salida, por lo intempestiva, parecida a una fuga, cuya consecuencia es la pérdida de 200 hombres pasados al  adversario con armas y equipos, realiza una marcha tan lenta como vacilante, con frecuentes y prolongados altos, dentro de una zona sin recursos, y, por consiguiente, contemplada a desmoralizar sus tropas; sin una idea directriz, marchaba por marchar o por alejarse del enemigo.

 

Posesionado Arenales de Ica, recibió al par que las muestras del mayor entusiasmo, constantes y preciosos datos sobre la dirección y condiciones del destacamento de Quimper. Su orden era batirlo y aún cuando ya no se encontraba en el lugar donde se previó la acción, el amplio sentimiento del cumplimiento de la misión, y el interés de no dejar a su espalda una tropa, le incitaron a buscarlo y destruirlo donde lo alcanzara.  

 

Quimper habíase detenido al sur de Palpa y norte de Nazca en la hacienda Changuillo (San Juan) cerca de los contrafuertes de las cadenas de montañas de la provincia de Lucanas y podría decirse en el centro de un desierto: la enorme pampa de Huayurí, lo separaba de los insurgentes y a pesar de su salida de Ica en la madrugada del día 6, el día 15 permanecía allí. Había recorrido solo 120 kilómetros.

 

Arenales, sin tomar en consideración la cifra de las tropas, preparó con todo sigilo un pequeño destacamento de 80 jinetes, llevando igual número de infantes en ancas, conduciendo de tiro cabalgaduras recolectadas en Ica y sus alrededores y provisto de excelentes guías del país.

 

A su segundo, el Comandante Rojas, dio el mando y las instrucciones para el raid, el cual se inició en la noche del día 12.

 

Rojas, apartándose de los caminos, marchando sólo de noche, disimulándose en el día y tratando de mantener el más estricto secreto sobre su presencia y desplazamiento alcanzó llegar  en las primeras horas del día 15 de octubre hasta las inmediaciones de Changuillo, deteniéndose antes de tocar con los elementos de vigilancia de Quimper, cuyas avanzadas se dirigían más a la dirección de Palpa, habiendo Rojas obtenido, por razón de su marcha a través de la pampa de Huayurí, colocarse hacia el suroeste de Changuillo, es decir hacia el flanco y retaguardia del emplazamiento realista

 

Ante tal resultado, la iniciativa y reputado tino de Rojas, encontró propicia la ocasión para, con un hermoso golpe de audacia, dar cumplimiento a su misión y al raid. Hizo desmontar a los infantes, cambiar y arreglar las cabalgaduras, dividió a sus jinetes en tres pelotones al mando de tres futuras glorias de la caballería: Lavalle, Brandsen y Suárez, y dióles orden de asaltar el campo enemigo mientras la infantería continuaría para apoyar su acción. 

 

Esos granaderos y cazadores, insomnes varios días, fatigados por larga y difícil marcha, insignificantes en número se precipitaron contra sus nada precavidos adversarios como un huracán de espanto y muerte, alanceando y sableando a los inexpertos y sorprendidos soldados de Quimper, los cuales no pudieron atinar a ninguna disposición de resistencia y hubieron de buscar su salvación en la huida y la dispersión. Quimper sólo pudo dar esta voz: “¡Sígame la caballería!” y con el conde Montemar y algunos oficiales se alejó hacia el sur. 

 

Los resultados materiales de este raid fueron 50 realistas entre muertos y heridos; 6 oficiales y 80 soldados de línea como primeros prisioneros, pues a éste número debe añadirse el de la totalidad de la llamada división, pues en su mayoría o fue capturada después o del todo dispersa. Además fueron trofeos las armas, en las cuales habían 300 fusiles, equipos, ganado y los equipajes en su total.

 

 

 

VII.          CARTA DEL CORONEL ARENALES A SAN MARTÍN

 

 

Ica, 13 de octubre de 1820

 

Señor don José de San Martín

 

 

Mi General y todo mi respeto:

 

A las 12 de este día recibo su estimada carta fecha de ayer en que se sirve significarme el motivo de no haberme remitido las cargas que posteriormente me había insinuado, y por lo que despaché las últimas mulas con el oficial Silva. Asimismo veo cuanto me advierte acercad de la urgencia de mi salida de aquí y lo que usted ha dispuesto en este concepto. Puede usted creerme mi General, que siento mis deseos y parecer iguales, experimento una inexplicable violencia en mi espíritu por la demora que varias circunstancia imprevistas e inevitables nos han ocasionado; y me falta poco para exasperarme por el entorpecimiento de nuestros conformes designios.

 

A pesar de mi agitación se demoró la consecución de arrias para traer el cargamento que dejé en ese punto. Por fin se venció esto y con su insinuación despaché más mulas con el dicho oficial Silva, a fin de traer las armas y municiones que ya en esta virtud aplicaba yo para este gobernador, como que lo considero de necesidad, pero en esta parte me compondré con él como pueda; lo peor es que no me hayan vuelto siquiera alguna de estas dichas mulas.

 

Como los enemigos, con la poca fuerzas que les ha quedado, se detuvieron en Palpa, distante 24 leguas de aquí, ha clamado este vecindario (y con razón) porque se envíe una fuerza capaz de destruirlos, o al menos arrojarlos por las largas travesías o hacia Arequipa, y graduando este paso de suma necesidad, despaché antes de ayer los dos piquetes de caballería de la división, con los 50 hombres de cazadores a caballo que quedaron aquí y las dos compañías de cazadores de infantes en ancas, con caballos de diestra, todos al comando de Rojas, a fin de lograr el golpe completo como necesitamos, y no dejar este infeliz vecindario con la soga al cuello como quedaría si el enemigo puede regresar sobre él después de mi salida, como es probable, y creo que en los sentimientos de usted causaría el mayor dolor, atendiendo a la sinceridad y buena fe con que esta gente se ha portado.

 

La salida de dicha fuerza se verificó antes de anoche a las tres, con la mayor cautela, reserva y precaución. Debió ir a descansar ayer como lo ha hecho a las ocho leguas de aquí para emprender anoche la marcha por una pampa limpia que sigue sin agua, de catorce leguas, y con buenos baqueanos para tomar un camino excusado, tres leguas antes de llegar a Palpa, a efecto de sorprender y tomar a los enemigos. Espías que yo antes había despachado me aseguran que los enemigos estaban allí muy faltos de bestias y con ánimo de seguir hoy o mañana para… donde desde antes tenían adelantado algún cargamento. Será más que desgracia que no caigan en esta red completamente, pero de cualquier modo ya no tengo otro arbitrio que esperar precisamente su vuelta, cuya brevedad he reencargado muchísimo, y comunicaré a usted el resultado.

 

Al oficial don José María Baldovinos que quedó en Chunchanga con el piquete que custodió el cargamento que estuvo allí, he repetido órdenes para que se venga con la última remesa de cargas, y hasta ahora no se me ha reunido. Le hago expreso para que lo verifique, y desde que regrese Rojas no me detendré un momento, ni en comunicar a usted mi partida.

 

El coronel Necochea ha padecido mucho más de lo que al principio se creyó por los síntomas de su accidente, pues se le fijó después la puntada al costado; no surtieron efecto varios remedios hasta que por último han usado del cáustico y está mejor, pero no capaz de ponerse en marcha.

 

Muy sensible me es el sentimiento que causó a usted mi General, por la demora. Así padece mi espíritu porque comprendo la urgencia, pero sírvase usted dispensarme bien persuadido de los deseos de su amantísimo que sus manos besa.

 

Juan Antonio Álvarez de Arenales  

 

 

VIII.       BOLETÍN No. 2 DEL EJÉRCITO LIBERTADOR

 

Cuartel general en Pisco, Octubre 22 de 1820

 

“Después de una marcha forzada y penosa, la división del coronel mayor Arenales, entró el 6 en Ica, y fue recibida con el más sincero entusiasmo por el cuerpo municipal y vecindario de aquel pueblo. El coronel Quimper y el conde de Montemar , se pusieron en fuga pocas horas antes que entrase nuestra división: la tropa que los seguía pasaban de 300 hombres; de ellos se nos unieron dos compañías con sus respectivos oficiales. Los fugitivos fueron perseguidos por un escuadrón de cazadores a caballo al mando del teniente coronel Guido hasta el pueblo de Palpa, 16 leguas al Sud de Ica: de allí regresó esta fuerza en cumplimiento de las órdenes que llevaba.

 

“Con el objeto de dejar en completa seguridad el vecindario de Ica, y prevenir que la fuerza de Quimper volviese sobre este pueblo, luego que nuestra división siguiese a su destino; dispuso el coronel mayor Arenales, que el teniente coronel Rojas con 80 caballos e igual número de infantes, marchase hasta Nasca, donde según noticias contestes permanecía el enemigo con cuanto pudo salvar en su fuga. ”

 

“Para que esta operación tuviese el éxito deseado, era necesario que se efectuase por sorpresa: de otro modo, no era factible que la tropa de Quimper se dejase ver de nuestros soldados. El 12 salió de Ica el teniente coronel Rojas, y dirigiendo su marcha por desiertos estraviados, llegó el 15 a Changuillo, tres leguas a retaguardia del enemigo. La confianza que tenía este en sus avanzadas, situadas en el camino de Palpa, hizo que nuestra pequeña división, se aproximase al pueblo sin ser sentida. Entonces dispuso el comandante de ella, que los valientes capitanes Lavalle y Bermúdez, y el teniente Suárez, de cazadores de la escolta, entrasen con la caballería a gran galope, mientras avanzaba la infantería. La confusión y el desorden fue igual a la sorpresa: los enemigos abandonaron la plaza con la velocidad del miedo, y fueron perseguidos y acuchillados hasta una legua del pueblo: el camino por donde emprendieron su fuga, quedó sembrado de cadáveres y heridos. Quimper abandonó a sus soldados, y según afirma uno de los oficiales prisioneros, la única orden que dio al verse atacado, fue, que lo siguiese la caballería.  

“La fuerza del enemigo, por la relación de los mismos prisioneros, ascendía a más de 600 hombres: de ellos se han tomado 6 oficiales y 80 soldados de línea, fuera de un gran número de milicianos: los muertos y heridos pasan de 50. También han quedado en nuestro poder 30 fusiles, un crecido número de tercerolas, fornituras, sables y lanzas, con todos los equipajes de la división. 

“Por los mismos vecinos de Nasca fue informado el comandante Rojas, que el enemigo había remitido al pueblo de Acarí sobre 100 cargas entre pertrechos de guerra y otros efectos que sacó de Ica al retirarse. En la noche del 15, dispuso que el teniente Suárez con una partida de cazadores, saliese con prontitud a apoderarse de aquel cargamento. La actividad de este oficial venció las dificultades que le oponían la distancia

 

El 19 regresó a Ica el comandante Rojas, y el 20 emprendió su marcha al interior (1), la división del coronel mayor Arenales, dejando ya en seguridad a los patriotas. Antes de su partida dispuso el general en jefe, que el teniente coronel Bermúdez quedase en Ica, en clase de comandante general del sur, con una fuerza respetable, a más del armamento y municiones necesarias para aumentarla hasta el grado que se considere conveniente.  

 

“Tales han sido los resultados del primer ensayo del ejército desde el 5 del que rige, en que salió de Pisco la división del coronel mayor Arenales. Los peruanos han visto ya la enorme diferencia que hay entre los que pelean por oprimir, y los que buscan el combate para librar a sus hermanos: los enemigos por su parte han recibido una lección terrible, el sable de nuestro granaderos y cazadores, ha sido y será siempre una señal de muerte para los soldados del rey: en breve probarán todos los cuerpos del ejército, que los vencedores de Chacabuco y Maypo aún viven, y que sus almas se hallan en toda la juventud del ardor guerrero.

 

“La municipalidad de Ica ha dirigido a S.E. el general en jefe, una nota con fecha del 19, en que después de encarecerle su profundo reconocimiento por haber libertado a sus habitantes del yugo español, emplea toda la fuerza de sus sentimientos para elogiar la conducta de los jefes, oficiales y tropa que componen la división del coronel mayor Arenales. La impresión que ha causado en todas partes la presencia de los libertadores del Perú, ha sido tanto más vehemente y favorable, cuanto han quedado más al descubierto las falsas y ridículas imputaciones del gobierno de Lima. Ningún habitante podrá quejarse de la conducta del ejército: todas las propiedades han sido respetadas, con excepción de las de aquellos que de hecho se hallaban con las armas en la mano; los esclavos que han venido a presentarse en nuestras filas, han sido amparados; pero al mismo tiempo se ha ofrecido solemnemente indemnizar a sus amos, luego que se establezca un gobierno nacional ; los desórdenes cometidos por algunos de ellos, se han castigado con severidad; y un malvado, que antes de la llegada del ejército en Chincha, cometió un horroso asesinato, luego que se presentó a tomar partido, fue preso, juzgado por orden del general en jefe, mandado ejecutar con aprobación de S.E. en el mismo lugar donde ensangrentó sus criminales manos. En fin, los mismos prisioneros hechos en la acción de Nasca, han sido favorecido en su desgracia, y todos los que estaban en estado de marchar , serán en breve remitidos a Lima. El grande objeto del general en jefe, es ahorrar a la humanidad todas las aflicciones posible, y hacer la guerra de un modo, que a más de ser vencido el enemigo en el campo de batalla, lo sea también ante la opinión de los hombres que piensan. ”

 

(1)   ) Nota aclaratoria: la partida de Arenales hacia la sierra se postergó para el día siguiente, 21 de octubre de 1820, después de la ceremonia de proclamación de la Independencia por el pueblo y sus autoridades, en la plaza de armas de Ica; situación que posteriormente se explica en cartas de Arenales a San Martín)

 

Fuente:

“Epopeya de la Libertad”

Reminiscencias Históricas de la Independencia del Perú

TOMO I

Setiembre a Diciembre de 1820

Autor: Manuel C. Bonilla 

Págs. 149 a 160

 

Lima 1921 

 

 

 

IX.             

 

4 de febrero de 1822

NASCA EN EL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA:

EL PRONUNCIAMIENTO DE LIBERTAD DEL CABILDO NASQUEÑO Y

LA CREACIÓN DE SU INFANTERÍA Y CABALLERÍA

 

El General San Martín proclamó la independencia del Perú el 28 de julio de 1821, en la Plaza de Armas de Lima, pero los ejércitos españoles todavía eran dueños de gran parte del Virreynato del Perú, y los guerrilleros patriotas peruanos en coordinación con las divisiones del Ejército Libertador, seguían luchando, tratando de sostener la independencia de los pueblos que la habían proclamado y jurado antes de Lima. Muchos pueblos sufrieron las sangrientas represalias de los godos, y se produjeron gestas heroicas de muchos pueblos de la costa, sierra y selva; hechos históricos que las nuevas generaciones del siglo XXI recién empiezan a conocer.

 

La adhesión del aguerrido pueblo nasqueño a la causa de la Independencia, ya se había destacado desde el desembarco de San Martín el 8 de setiembre de 1820, así como en las primeras operaciones militares del 7 de octubre en Palpa, con una contundente primera victoria patriota, así como el 15 de octubre en Changuillo y Nasca; y, en la proclamación de la Independencia de Ica, en su Plaza de Armas, y la partida de La Expedición Libertadora del General Juan Antonio Álvarez de Arenales; ese mismo día, rumbo a la sierra.

 

Los meses siguientes fueron de angustia, incertidumbre y sacrificios de la pueblos de Chincha, Pisco, Ica, Palpa y Nasca, que hoy conforman la región Ica. Los ejércitos españoles iban recuperando poco a poco los antiguos partidos o pueblos, en donde muchos peruanos, indios, mestizos, negros y criollos, defendía al Rey y despreciaban a los patriotas. Eran tiempos de traiciones, conspiraciones, bandolerismo y anarquía, en donde se hacía justicia con las armas.

 

En éste terrible escenario, fueron pocos los pueblos que se atrevieron a arriesgar en forma mayoritaria, sus propiedades, su ganado, sus reservas de alimentos… sus vidas.

 

 

 

 

NASCA SE LEVANTA

 

El historiador peruano Germán Leguía y Martínez, en su imponente obra, HISTORIA DE LA EMANCIPACIÓN: EL PROTECTORADO, nos relata lo siguiente:

 

“Con todo, gracias a la conducta sagaz y humana observada por Miller en la segunda incursión que ya historiamos, y a la consideración de ser peruanos los dos jefes principales de la expedición, el espíritu público mostróse inclinado a sobrellevar los nuevos sacrificios que de él se demandaban; y los ayuntamientos requeridos, llanos y gustosos por lo general, apresurarónse a deferir al patriótico llamamiento de los nuevos expedicionarios.

 

El pueblo de Nasca,  entre otros, distinguióse por lo rápido y satisfactorio de su respuesta; y, en nota que al general divisionario dirigiera su cabildo parroquial (4 de febrero), hizo evidente el entusiasmo con que todos sus vecinos adiestrábanse en el cuerpo de infantería y en el de caballería allí anteriormente organizados por el comandante militar que Miller hubo nombrado para aquél partido, sargento mayor Marcelino Carreño (1); indicó que todos los menesteres, en materia de víveres y vestuarios, “quedarían librados a los recursos de la localidad”, y sólo exigió, “para ponerse en campaña, armamento y municiones de guerra” (2).

 

(1)   En agosto de 1821 es decir, cuando se efectuaba la segunda feliz incursión de Miller en la zona de Ica y operaba éste sobre el feroz Santalla.  V. el cap. II, parte II, segundo período, 2da. época de esta obra.

(2)   Merece, en verdad, ser conocida la expresiva nota del cabildo nasqueño: “Si los depositarios 

 

 

X.          PRONUNCIAMIENTO DEL PUEBLO DE NASCA

 

4 de febrero de 1822

 

Que todo hombre de Nasca renuncia voluntario cuanto tiene y cuanto vale, por trasmitir a US. la deliberación absoluta de todos sus derechos. El ayuntamiento se avanza a protestarle que no es ésta una traslación retórica e insignificante; que el pueblo se halla decidido a obrar dentro o fuera del territorio; y que, con esta mira, se presta gustoso y puntual a la disciplina diaria que recibe del jefe y oficialidad que le ha destinado US.; que su progreso es demasiado rápido, y que los cuerpos de infantería y caballería que se organizan bajo la dirección del sargento mayor y comandante militar don Marcelino Carreño, deberán presentar, dentro de breves días, un simulacro de las aptitudes que adquieren. Sabe US. mejor que los miembros del ayuntamiento, todas las necesidades de cualquiera corta partida para ponerse en estado de servicio; y que las facultades de un pueblo pobre, por grandes que sean su decisión , su generosidad y entusiasmo, nunca pueden ser bastantes para dividirse en diferentes objetos. La tropa de Nasca sólo exigirá de US. armamento y municiones de guerra para ponerse en campaña: los restantes artículos quedarán  librados a  los recursos de Nasca; y, conseguido que sea este objeto, parece que el ayuntamiento habrá llenado su deber, los votos de US. y los del pueblo benemérito que le ha confiado su representación y poder ilimitado. Desearía el ayuntamiento que sus ideas quedasen bien explicadas, que pudiese entender US. y concederle la alta gracia de creer que el pueblo de Nasca,  a pesar de su oscuridad, y de ocupar apenas un puesto en la topografía del Perú merece ser elevado al rango de los libres,  por su adhesión, por su energía, y por haber aspirado al aprecio del ilustre genera l en jefe del ejército libertador del Sud.- Dígnese US. Sr. General, aceptar las seguridades que le ofrece el ayuntamiento, de su más alta consideración y respeto.- Dios guarde a US. muchos años. – Nasca y febrero 4 de 1822. – José Narciso Trigoso.- José Manuel Mesa.- Juan José López.- José Borda.- Juan Mesa  .- Por mandado de S .Sía.: Juan Galindo,  secretario. –Sr. General jefe del ejército libertador del Sud, don Domingo Tristán y Moscoso” .- Gaceta del Gobierno de Lima, t . II núm. 15, del 20 de febrero de 1822.- Palpita en esta nota la fogosidad de un sincero patriotismo, y admira que, en esos tiempos y en un pueblo como Nasca, pudiese haber quien, con tanta elocuencia y corrección, redactara documentos de la calidad y altura que resplandecen en el oficio precedente.- El sargento mayor don Marcelino Carreño, organizador de los cuerpos cívicos de Nasca, falleció en el encuentro de Corpahuaico, la víspera de la batalla de Ayacucho (8 de diciembre de 1824); era argentino.- las Memorias de Miller, vol. I, Pág. 306.

 

(3)    Precisamente, casi todo el período comprendido entre su arribo y desastre, que fue el 7 de abril. V. op. cit., vol. III. pág. 286.

 

 

 

 

 

 

El COMANDANTE MILITAR DE NASCA

 

A principios de 1822, con el visto bueno del ilustrado ministro Monteagudo, Carreño fue nombrado Comandante Militar del Partido de Nasca

 

Reafirmó allí sus cualidades como instructor de milicias y mereció los elogios del coronel Tristán que lo calificó como “oficial de notorias aptitudes y de confianza”.

 

Acatando órdenes del general Rudesindo Alvarado se movilizó de continuo entre Palpa y Nasca, para mantener contacto con los jefes guerrilleros de Caravelí y Lucanas. Se desarrollaba entonces la Primera Campaña de Intermedios y su misión fue la de “contener cualquier incursión del enemigo por la sierra”

 

En abril de ese año, al peligrar su posición, se envió de Pisco a San Nicolás ( una de las dos bahías del distrito de Marcona, provincia de Nasca)  (1) , el bergatín “Pejespada” con encargo de embarcar a su tropa. Ya en Pisco se esmeró en recoger dispersos, y el 20 de abril pasó a Changuillo para incorporar una partida de 120 hombres. En el camino fue informado de que los jefes realistas Carratalá y Valdés, desde Palpa e Ica respectivamente,  destacaban fuerzas combinadas para encerrarlo; retrocedió entonces al puerto y no consiguiendo buque para embarcarse, marchó por caminos extraviados durante dos días y medio, sin agua ni alimento alguno, hasta que, retirado el enemigo, pudo volver a Pisco “en el último extremo de la vida”.

 

Lo socorrió allí el alcalde de Paracas, gracias a quien pudieron salvarse también los rezagados que quedaron en los arenales

 

El hecho de haber podido burlar al enemigo pese a hallarse en tan precarias condiciones, le mereció la gratitud del gobierno, que a su llegada a Lima lo nombró Gobernador Político y Militar de Huarochirí, con mando sobre las guerrillas que operaban en la sierra inmediata

 

 

Germán Leguía y Martínez

HISTORIA DE LA EMANCIPACIÓN DEL PERÚ: EL PROTECTORADO

TOMO VI

COMISIÓN NACIONAL DEL SESQUICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ

LIMA 1972

 

 

 

NASCA Y EL PERÚ RINDEN HOMENAJE A

MARCELINO CARREÑO

 

 

EL CORONEL SANTIAGO MARCELINO CARREÑO, LIBERTADOR DE CHILE Y DEL PERÚ, HÉROE OLVIDADO DE LA CAMPAÑA DE AYACUCHO

Por. Luis Guzmán Palomino

 

 

Prejuicios e ignorancias han marginado a los protagonistas peruanos de esta guerra, inclusive a jefes de alta graduación que estuvieron vinculados a las guerrillas indias y mestizas. Consideramos que ello implica no sólo omisión, sino aun injusticia, cuya reparación no puede dilatarse por más tiempo.

 

Tal vez la omisión más grave sea la que ha sepultado en el olvido al insigne coronel cuzqueño Santiago Marcelino Carreño, cuyo nombre casi nadie recuerda pese a que fue el oficial peruano de mayor graduación que murió en la campaña de Ayacucho. De los jefes patriotas solo el británico Guillermo Miller lo citó entre los héroes; todos los demás lo silenciaron, olvidando a quien fuera de los libertadores de Chile, vencedor de varias acciones guerrilleras, organizador de un escuadrón de caballería que sería base del regimiento “Húsares de Junín” y Jefe de los Guerrilleros de Vanguardia” en la definitiva  batalla de Ayacucho. Ningún monumento conmemorativo recuerda a Carreño; apenas si algunos historiadores, principalmente Juan José Vega; han vindicado su memoria; los diccionarios de personajes peruanos ni lo nombran y no ha tenido hasta hoy el homenaje que exige su brillante trayectoria.

 

El 8 de diciembre de 1824, en vísperas de librarse la batalla de Ayacucho, cuando precisamente bajaba con sus guerrilleros para participar en ella, Carreño fue emboscado en las cercanías del Condorcunca, librando allí su último combate e inmolándose heroicamente. Estos modestos apuntes sobre los rasgos más saltantes de su biografía, se escriben como un reconocimiento de gratitud hacia tan preclaro peruano, merecedor como pocos de un lugar destacado en las más gloriosas páginas de nuestra historia.

 

 

 

LIBERTADOR DE CHILE

 

Desconocemos hasta la fecha la hoja de servicios de tan singular patriota; pero varios documentos lo señalan como peruano y cuzqueño, con el añadido de indio que le adjudicaron algunos racistas coetáneos, no precisamente realistas. Debió iniciar su carrera militar a muy temprana edad; y fue de los primeros en abrazar la causa independentista, pues existe testimonio de que luchó por la emancipación de Chile, ganando sus ascensos en los campos de batalla hasta alcanzar el grado de sargento mayor. Su probado amor por el Perú, su patria y su suelo, como mencionó tantas veces, motivó su alistamiento en la expedición sanmartiniana, figurando entre los 29 oficiales que trajo el regimiento “Dragones de Chile”, cuerpo que vino con sólo dos individuos de tropa, lo que indica que se completó con una mayoría de reclutas peruanos.

 

Vencedor en Coparí y Ccahuachi

 

En 1821 Carreño acompañó a Miller en las incursiones a los puertos del Sur, y no pudo hallarse en Lima al proclamarse la independencia pues en esos días navegaba de Arica a Pisco,  donde desembarcó el 1 de agosto. Al huir de Ica la guarnición realista, Miller envió partidas en su persecución; y el alcance se produjo en Coparí, con clara victoria patriota. El enemigo prosiguió su fuga hacia la sierra, pero fue interceptado por los Morochucos, viéndose obligado a retornar a la costa con intención de pasar a Arequipa. Miller supo de ello en Tambo y destacó una tropa al mando de Carreño para cortar la retirada del enemigo. Recogiendo informes de indios amigos, Carreño avanzó por Nasca, y la noche del 10 de agosto sorprendió a los realistas en Ccahuachi, logrando un nuevo y decisivo triunfo que se vio realzado porque derrotó a un enemigo que superaba cuatro veces el número de sus efectivos . De vuelta en  Ica, mereció los elogios de Miller, porque merced a sus esfuerzos quedaba libre de realistas la región meridional inmediata a Lima.

 

La Patria Nueva de los Hijos del Sol

 

A continuación, Carreño fue destinado a la capital para tomar parte en el sitio del Callao comandando a los “Granaderos” del batallón “Auxiliar de Lima”. En setiembre de ese año sucedió a Pardo de Zela en la jefatura del batallón “Provisional de Lima”, que se organizó sobre la base de mil quinientos negros que se presentaron a servir voluntariamente

 

 

En las misiones más riesgosas

 

En  las semanas siguientes figuró jefaturando a los “Guerrilleros de Vanguardia”. Así lo mencionó Miller, señalando que “los montoneros, a las órdenes del valiente Coronel Carreño, ocupaban Abancay y otros puntos en la orilla izquierda del Apurímac. Sucre dio también testimonio de la importante misión que cumplía Carreño.

 

 

 

XI.            DISCURSO PRONUNCIADO POR EL SEÑOR

TENIENTE CORONEL EP ABEL CARRERA NARANJO

 

Señoras, señores, estimados alumnos:

 

Debo hacer una confesión. Me causa profunda impresión contemplar en la plaza principal de este caserío tan apartado de las rutas más traficadas, pueblo pequeño y muy poco conocido, una tan gran concentración de escolares de uno y otro sexo.

 

Observando las banderas desplegadas, veo que buen número de alumnos ha venido de otros pueblos, distritos y anexos muy alejados. Este solo hecho demuestra el entusiasmo y sacrificios realizados, tanto por los profesores y profesoras como por el mismo alumnado y los padres de familia. A alumnos y maestros quiero expresarles, por ello, mi más efusiva felicitación. Este pequeño pueblo de Changuillo ha evidenciado hoy un elevado grado de civismo, al que han contribuido sus dignas autoridades municipales, educacionales y políticas.

 

Al volver a Lima me será sumamente grato dar a conocer a la presidencia de la Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú, la forma digna como ha respondido Changuillo a esta cita patriótica de hoy. Con el espectáculo que ahora presencio, el pequeño Changuillo ha dado un ejemplo a ciudades grandes de nuestra patria. Mis felicitaciones, hijos de este simpático pueblo.  

 

LA PLUMA Y LA ESPADA

 

Desde que Francisco Pizarro conquista el imperio de los Incas los peruanos mantienen una lucha incesante por recobrar su libertad. En esta larga pugna por romper las cadenas, son muchos los millares de peruanos que derraman su sangre heroica. Entre los numerosos compatriotas nuestros que encabezan las diferentes rebeliones, brillan de modo particular Manco Inca, Santos Atahualpa, Zela, los hermanos Angulo, Pumacahua y otros muchos. Figura en la cumbre de esta terca lucha Túpac Amaru, quien dirige la insurrección más sangrienta y dilatada de todo el continente americano...

 

Teniendo en cuenta esta desigualdad de fuerzas realistas es explicable que Argentina, Chile y Venezuela lograran la independencia antes que el Perú.

 

Es bien conocido que el general San Martín organiza en Mendoza un ejército con el que cruza los Andes y logra la independencia luego de sus victoria de Chacabuco y Maipú. En la emancipación de la América Española se da un interesante caso de cooperación que podríamos llamar internacional. Argentina contribuye a la libertad de Chile, Chile a la del Perú, el Perú a la del Ecuador, Venezuela a la de Colombia, y Colombia y Venezuela, ya con Bolívar, participan decisivamente en la independencia del Perú y de América con las victorias de Junín y Ayacucho.

 

Libre Chile, vuelca todas sus energías a la formación de una poderosa escuadra y un aguerrido ejército, que lanza a las playas peruanas al mando del general San Martín. En la sacrificada y dura tarea de crear esta fuerza armada chileno – argentina destinada a dar libertad al Perú, desempeña papel principalísimo el prócer chileno Bernardo O’Higgins, jefe del Estado.

 

LA EXPEDICIÓN LIBERTADORA

 

Sabemos que el día 8 de setiembre de 1820 se produce el desembarco de la Expedición Libertadora en la bahía de Paracas. Los soldados realistas no oponen resistencia seria, por lo que de inmediato los libertadores conquistan una zona extensa de territorio. Como en Lima existía un poderoso ejército español, San Martín preparó una inteligente maniobra para hacer caer la capital del virreinato.

 

Para ello, mientras él en Pisco se reembarcará en la escuadra y pasando frente al Callao desembarcará en Huacho, encarga al general Arenales, que con una división, partiendo también de Pisco, se interne a la sierra por Ica y continuando por Ayacucho, Huancayo, Jauja y Cerro de Pasco, para cerrar el círculo en Huacho, dándose la mano con su jefe el general San Martín.

 

Esta penetración de Arenales a la sierra central – lo que significará su actuación a la espalda de los españoles defensores de Lima – da ocasión a los combates que tienen lugar en este departamento de Ica, Changuillo y Nazca, y al de Acarí, en el de Arequipa.

 

 

CONTRIBUCIÓN PERUANA

 

¿Qué hacen nuestros padres, los peruanos de 1820, en esta lucha por la independencia nacional? En cartas que desde Pisco …

 

su temperamento sino ver a alguien acechando a su amo para ofenderle, a cuyo lado se hallaba siempre en los momentos de peligro.

 

En el combate de Mirabe (cerca de Tacna), Miller le mandó pasar a retaguardia para que tuviese cuidado de sus caballos, y él repentinamente contestó: “No, señor; donde hay peligro estaré yo; y donde muera mi amo, allí morirá Ildefonso”.

 

“Este pobre soldado merecía una suerte mejor que la que esta ocasión le cupo. Enviado disfrazado a Pisco para adquirir noticias del enemigo, y habiendo retardado su vuelta de la villa hasta roto el día, le persiguió la caballería española, y no pudiendo alcanzar a la columna patriota que iba ya avanzando, se arrojó al mar para evitar caer en manos de sus perseguidores. El enemigo le intimó se rindiera, y recibió por contestación de Ildefonso, que moriría mil veces por la causa de la patria, antes que obedecer otra vez a un español.

 

Entonces los realistas le hicieron fuego y le atravesaron el cuello. Pocos días después algunos de estos soldados españoles fueron hechos prisioneros y contaron las últimas palabras de Ildefonso, cuyo cuerpo fue varado en la playa al día siguiente. Su entierro se hizo en medio del más profundo sentimiento de sus compañeros”.

 

Al escuchar este emotivo relato del fin de un valiente, contado por sus propios enemigos, yo me pregunto, estimados alumnos, ¿no sentimos todos nosotros algo así como la necesidad de que en algún paraje solitario de las playas de Pisco, batida casi por las olas, se levante una estatua de bronce a Ildefonso, que recuerde a las generaciones cómo se muere por la patria?

 

 

VICTORIAS PATRIOTAS

 

Volvamos pues a referirnos al general Arenales, encargado, como sabemos, de internarse a la sierra, para debilitar la retaguardia de los defensores de Lima. Al llegar a Ica este jefe, las fuerzas españolas que venían huyendo desde Pisco, desmoralizadas, se pasaron unas a los patriotas, mientras otras continuaban su retirada en dirección a Palpa. Es entonces que el general Arenales pone una columna volante al mando del teniente coronel Rojas, con la misión de destruir a esas tropas realistas. Es en estas circunstancias que se producen las acciones de Changuillo y de Nazca, en las que los sables de los jinetes patriotas destrozan por completo a los enemigos de la libertad. El monumento que tenemos a la vista nos recuerda, pues, el heroísmo de esos soldados que lucharon y murieron por darnos libertad.

 

Y estas victorias de Changuillo, de Nazca y de Acarí fueron logradas – así lo reconocen el general Arenales, el teniente coronel Rojas…

 

 

 

XII.     PLACAS COLOCADAS POR LA COMISIÓN NACIONAL DEL SESQUICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ

150 AÑOS  (1821 – 1971)

(Decreto Ley N 17815 del 16 de setiembre de 1969)

 

 

DEPARTAMENTO DE ICA

1.      PISCO

A San Martín. Inaugurada en el Club Social “San Martín”, el 21 de octubre de 1970

 

2.      CAUCATO

A la Expedición Libertadora. Inaugurada en la Casa Hacienda, el 13 de setiembre de 1970

 

3.      CHANGUILLO

A las Fuerzas Patriotas. Inaugurada en la Plaza de Armas, el 15 de octubre de 1970

 

4.      NASCA

A la Victoria de las Fuerzas Patriotas. Inaugurada en el jirón Lima (frente al Hotel de Turistas), el 14 de octubre de 1970

 

5.      CHINCHA ALTA

A San Martín. Inaugurada en la Municipalidad, el 23 de setiembre de 1970

 

6.      ICA

A la Proclamación de la Independencia. Inaugurada en la Municipalidad, el 21 de octubre de 1970  

 

Fuente:

LIBRO “MEMORIA DE LA COMISIÓN NACIONAL DEL SESQUICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ ”

Presentada por el GENERAL DE DIVISIÓN EP ( r ) JUAN MENDOZA RODRÍGUEZ

Presidente de la Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú

1969 – 1979

LIMA – PERÚ 1974

Obra que se encuentra a disposición del público en general, en la BIBLIOTECA MUNICIPAL “JOSÉ DE SAN MARTÍN” DE ICA

N Registro: 11444

 

 

 

 

XIII.       CONCLUSIONES:

 

Queda confirmada la vital importancia de la hoy denominada Región Ica, para el inicio victorioso de la Guerra de la Independencia del Perú y Sudamérica, con hechos documentados por los mismos altos mandos del Ejército Real del Perú; militares españoles que se sublevaron y depusieron al Virrey Pezuela y apoyaron al nuevo Virrey La Serna, con quien lograron mantener la guerra por recapturar el Perú, durante cuatro largos años.

 

Queda confirmada la desidia e indiferencia de los gobiernos centrales de la República del Perú, que no le dieron importancia a los personajes, hechos y escenarios históricos, de la Región Ica, durante el proceso de la Independencia Nacional; a excepción del monumental trabajo de investigación, impulsado por el gobierno militar en los años 1968 a 1974, con la publicación de valiosos libros de la “Colección Documental de la Independencia del Perú”, valiosa obra de grandes historiadores peruanos, quienes han resaltando la participación y contribución de la Región Ica a nuestra Independencia Nacional.

 

Es necesario un nuevo impulso del actual Gobierno Central, en tiempos de pandemia y post pandemia, de financiar nuevas investigaciones históricas, actividades y proyectos educativos, actividades y proyectos editoriales; en modo físico, presencial y virtual, y financiar campañas publicitarias fomentando la HISTORIA Y LA IDENTIDAD NACIONAL en el Bicentenario de la Independencia Nacional.

 

El gobierno central y el sector privado, deben articular esfuerzos para rescatar de las garras de la irresponsabilidad y de la falta de valores, a las nuevas generaciones de peruanos, entre 0 a 20 años de edad; que demuestran su total falta de identidad y una baja autoestima, al no respetar la ley y no cumplir con los protocolos de bioseguridad para prevenir el Covid 19; y como consecuencia, se están produciendo trágicos hechos, con la pérdida de vidas humanas, hechos registrados y que son de conocimiento público.

 

Se requiere una masiva y efectiva campaña educativa de valores, buscando el cambio de actitud de nuestra población, que se está convirtiendo en vulnerable, por la precaria salud mental producto del stress, el pánico y el miedo frente a la pandemia.

 

En la era digital, está en manos del gobierno central, de los gobiernos regionales y locales, impulsar estrategias de participación ciudadana, motivar y canalizar la energía y creatividad en el uso de la tecnología digital, de nuestros niños y jóvenes milenians, en temas que enriquezcan y mejoren su actitud, frente a la adversidad, como la conmemoración virtual, del BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DE LA REGIÓN ICA Y DEL PERÚ.      

 

Ica, martes 25 de agosto del 2020

 

Investigación:

Mag. Juan Carlos Romaní Chacón

Municipalidad Provincial de Ica

Biblioteca Municipal “José de San Martín”

 

ICA – PERÚ